Guerra descarta que su visita a Nicaragua afecte a las relaciones de España con EE UU

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, dijo ayer que no se sentía preocupado por la influencia que su visita a Nicaragua pueda tener vistas a las relaciones de Madrid con Estados Unidos, porque España "es un país soberano que elige dónde debe estar representación, dónde quiere ir de visita y con quién quiere hablar, sobre la base de la búsqueda de la paz, el diálogo y la convivencia pacífica, no de la confrontación"

."Si alguno no lo entendiera así sería su problema, no el nuestro", añadió Guerra, en una conferencia de prensa celebrada con anterioridad a una segunda reunión con el presidente nicaragüense, Daniel Ortega. Alfonso Guerra recalcó que "el Gobierno hará de forma soberana independiente las acciones diplomáticas internacionales", y consideró que Estados Unidos no puede entender su visita a Nicaragua como un gesto contrario a su estrategia sino al contrario.

"España tiene un convenio con Estados Unidos y qué cosa mejor puede ocurrir para Estados Unidos que oír lo que le digan los países que están aliados con él respecto a un país con el que Estados Unidos mantiene una confrontación, que nosotros consideramos injustificada", manifestó.

En días anteriores a su visita de cuatro días a Nicaragua, Guerra se había pronunciado contra la ayuda norteamericana a los rebeldes antisandinistas, por considerarla contraria a los acuerdos de paz conocidos como Esquipulas 2. Por lo demás, definió las relaciones entre España y Estados Unidos en el momento actual como "muy buenas".

En su última comparecencia ante la Prensa antes de iniciar hoy su visita al vecino país de Costa Rica, donde se entrevistará con el presidente y reciente premio Nobel de la Paz, Óscar Arias, Alfonso Guerra reiteró cue no se entrevistará con la contra. Respecto a los partidos de eposición interna en Nicaragua, aseguró que ha mantenido contactos "con todas las personas y grupos que lo han solicitado, y algunas otras que no lo han solicitado". "La responsabilidad, por tanto, es de las personas que no hayan querido entrevistarse con nosotros", añadió.

Alfonso Guerra comentó el silencio que el diario opositor La Prensa, cuyo propietaria es Violeti Chamorro, ha mantenido sobre su visita, diciendo que respeta la libertad de prensa "incluso para aquellos que no quieran ejercerla".

Apoyo al régimen sandinista

El tono general de la visita del vicepresidente ha sido de apoyo al régimen sandinista, y, aunque ayer no quiso opinar sobre la pirofundidad y sinceridad del proceso democratizador en marcha, sí dijo que "los responsables políticos nicaragüenses tienen asurnido que el proceso de diálogo es necesario para el pueblo de Nicaragua y, por lo tanto, va más allá de los planteamientos que los otros quieran hacer".

El vicepresidente visitó ayer un complejo de producción lechera y tenía previsto comer, después, en una playa próxima a Managua, en compañía de Dainiel Ortega.

Por otro lado, el ministro del Interior nicaragüense, comandante Tomás Borge, declaró en una conversación con periodistas españoles que "nunca ha habido por parte del Gobierno de Nicaragua un apoyo institucional para grupos o bandas que operan en España, ya que eso no sólo sería una falta de respeto con el Gobierno español, sino una estupidez". Borge admitió que en el pasado haya podido visitar Nicaragua algún miembro de ETA, ya que cualquier español puede entrar en el país sin visado previo, pero ésto no significa, según sus palabras, que grupos etarras hayan tenido contactos, recibido apoyo o entrenamiento, por parte de los dirigentes sandinistas.