Lesionados que se 'resistieron' o 'desobedecieron' a la Guardia Civil

Las respuestas ofrecidas por el Ministerio del Interior al Defensor del Pueblo cuando las denuncias sobre torturas y malos tratos se refieren a miembros de la Guardia Civil incluyen con frecuencia, como explicación, que el ciudadano se resistió o desobedeció a la fuerza pública. Así, J. V. D. denunció malos tratos de la Guardia Civil cuando fue detenido en Sixto-Rois (La Coruña). Interior contestó al Defensor del Pueblo que este ciudadano había "'ofrecido resistencia a la fuerza pública cuando practicaba aquella detención". [El Juzgado, de Distrito de Padrón absolvió a los agentes y condenó al reclamante por la resistencia que protagonizó].El Defensor del Pueblo preguntó a Interior si existía algún expediente o información gubernativa por los presuntos malos tratos a que, según una información de Prensa, fue sometido M. G. P., tras ser detenido por la Guardia Civil en Ciempozuelos (Madrid), después de cometer diversas infracciones de tráfico. Al parecer, se le colocaron las esposas de forma que le produjeron heridas, se le arrojó al suelo y recibió un golpe en la cabeza, por lo que hubo de ser asistido en el Hospital 12 de Octubre.

Interior remitió al Defensor del Pueblo una comunicación del director general de la Guardia Civil, en la que se afirmaba que M. G. P. se dirigió a los guardias civiles "con improperios, a la vez que golpeaba con la mano derecha el capot de su vehículo, causándose una herida en la muñeca derecha". Interior aseguraba que en las dependencias policiales repitió los improperios contra la Guardia Civil, en concretó, que "les iba a complicar la vida", así como comenzó "a dar golpes con la cabeza en la pared". "Una vez sosegado", prosigue el informe, y formuladas las denuncias por infracción del Código de la Circulación, se le permitió "regresar a su domicilio".

"Rozaduras en los ojos"

Con motivo de una queja sobre malos tratos a A. P. N. en el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo, el Defensor del Pueblo se interesó por el caso e Interior negó repetidamente los hechos. [Según la información facilitada por el fiscal general del Estado, durante los cinco días de detención en aplicación de la ley antiterrorista, la Guardia Civil colocó a A. P. N. unas gafas para buceo con los cristales pintados para evitar la visión, y al retirárselas "se observaron rozaduras en los ojos" que el médico del cuartel calificó como "hemorragia subconjuntiva bilateral".]B. G. M. denunció malos tratos a un hijo suyo tras ser detenido en un bar de Loeches (Madrid), como consecuencia de haberse negado a pagar una consumición. El Ministerio del Interior contestó al Defensor del Pueblo que "este ciudadano desobedeció reiteradamente las indicaciones de la patrulla de la Guardia Civil, mostrando, en todo momento, por su situación de embriaguez, una conducta agresiva". Tres testigos corroboraban la correcta actuación de los guardias civiles.