Herrero de Miñón reprochó al Gobierno la 'pésima gestión' de los servicios públicos

Miguel Herrero de Miñón realizó un análisis del estado de la nación que con sus exhortaciones al Gobierno para que mantenga el crecimiento y competitividad de la economía española, y las críticas a las reticencias de los sindicatos para lograr una concertación social, suscitó la satisfacción de Felipe González por tener enfrente un Partido Popular consecuente con sus postulados liberal-conservadores.En la primera intervención de un dirigente del PP en un debate de estas características, Herrero reprochó al Gobierno su "pésima gestión de los servicios públicos", el crecimiento de la presión fiscal y su incapacidad para garantizar la paz social.

El portavoz del Grupo Popular comenzó por responsabilizar exclusivamente al Gobierno del estado de la nación porque "durante seis años ha tenido todas las facilidades imaginables: bonanza económica internacional, moderación salarial y mayoría parlamentaria absoluta". Herrero alternó el reconocimiento de los éxitos del Gobierno con las críticas a su gestión.

Tras reconocer que "la economía española va notablemente bien, por motivos muy serios e indiscutibles", advirtió que tras los logros macroeconómicos "laten profundos y peligrosos desequilibrios, como la escalada de los precios, la precariedad del empleo, lo gravoso de los impuestos junto a la mala calidad de los servicios, y la ingente e inexplicable deuda pública".

Miguel Herrero interpretó el paro general del pasado 14 de diciembre como expresión de un malestar político debido a que "el Gobierno con criterio no de buenos expertos, sino de regulares políticos, ha centrado su política en arreglar la situación a costa del ama de casa, el empleado de banca, el botones de hotel y el estudiante a quienes el presidente González aludió aquí en la Cámaral en 1982. Limitando sus sueldos, aumentando sus impuestos, y elevándoles el precio del dinero para comprarse un piso o poner un negocio".

El dirigente popular invitó al ejecutivo a llevar la lucha contra la inflación al sector público, "donde la presión fiscal y el gasto son factores inflacionistas por excelencia" y reprochó la disminución "paulatina e inexorable" de los incentivos fiscales a la inversión.

Herrero contrastó el esfuerzo fiscal implantado en España con la pésima calidad de los servicios públicos que "sufren todos los ciudadanos que pleitean ante los tribunales, certifican una carta, toman un tren de cercanías o llaman por teléfono, por poner varios ejemplos".

Cobertura sanitaria

El portavoz popular relativizó la universalización de la cobertura sanitaria "como gran conquista", ya que el servicio, a su juicio, es tan malo que cinco millones de beneficiarios jamás lo usan y muchos cotizan a otros sistemas para asegurarse una buena cobertura de los riesgos sanitarios.

Herrero dijo que son necesidades indeclinables que requieren del gasto público la educación, la dotación de infraestructuras, la Administración de Justicia, la defensa y la seguridad. Pero resaltó que "desde 1982, el aumento porcentual mayor en el gasto público no ha correspondido a inversiones, gastos de personal o gastos sociales, sino a la compra de bienes y servicios".

El portavoz del Grupo Popular propuso la búsqueda de un consenso para establecer el consejo económico y social, regular el derecho de huelga y utilizar el Parlamento como instancia que sirva para resolver en debates políticos los problemas reales y actuales de la sociedad.