El juez Falcone afirma que la Mafia es cada día más poderosa

La Mafia vuelve a levantar la cabeza y con mayor fuerza que nunca en Italia. Lo ha denunciado el magistrado Giovanni Falcone, el juez que ha dedicado en Palermo toda su vida a la dura batalla contra la Piovra y que está considerado como el mayor experto en la lucha contra la Mafia moderna, que usa el avión particular y el telefax y los expertos en psicología para defenderse del poder legal.Durante un foro organizado por el semanario italiano L'Espresso, Falcone ha afirmado que la Mafia "es cada día más poderosa". Y añadió: "Hablen ustedes con los empresarios sicilianos y se darán cuenta de que nunca hubo una presión tan extraordinaria sobre las empresas que no se doblegan ante la Mafia". Según Falcone, precisamente una de las novedades de la nueva Piovra es que ahora a los empresarios poco dóciles "se les mata", cosa que antes no sucedía.

Días atrás, una delegación de jóvenes de Gela, la ciudad siciliana donde se han superado las 40 víctimas de la Mafia en lo que va de año, se presentó al jefe del Estado, Francesco Cossiga, para denunciar que la vida allí se ha hecho imposible. Cada vez son más jóvenes las víctimas y los verdugos de la Mafia. Se muere y se mata sin haber cumplido los 18 años, le han dicho a Cossiga los jóvenes. "Nosotros sólo queremos poder salir sin miedo a comer una pizza, poder amarnos sin la angustia de ser asesinados, incluso por equivocación, por la calle".

Según Falcone, la Mafia se hace más fuerte porque se han hermanado la heroína y la morfina, antes dos mercados paralelos y que ahora se trabajan juntos. La Mafia busca siempre nuevos modos de defensa ante las medidas del Estado contra ella. De ahí que las nuevas normas bancarias, según el juez palermitano, son importantes pero no decisivas: ahora no se pueden abrir cartillas de ahorro sin pasar un examen, pero Falcone explica que es ridículo pensar que la Mafia, que mueve miles de millones de dólares, se sirva aún de las cartillas de ahorro o de las maletas de dinero para enviar su dinero al extranjero, cuando existe el télex o el telefax, que llegan a todos los paraísos fiscales.