Caras marcadas
Las familias españolas han envejecido junto a algunos presentadores incombustibles
Juan Cueto escribió que los programas de TVE se dividían en dos: "Los que nunca se van y los que siempre vuelven". Algo parecido ocurre con los presentadores. Joaquín Arozamena, Jesús Hermida, Eduardo Sotillos, Joaquín Prats, Manuel Almendros y Santiago López Castillo suman cerca de 100 años apareciendo en la pantalla. Las familias españolas han envejecido con ellos como si fueran unos parientes más. Alrededor de 25 millones de españoles encienden el televisor diariamente -el 87% de la población mayor de 14 años-, una cifra superada en Europa sólo por el Reino Unido, según datos de la revista The Economist.
Joaquín Arozamena apareció por primera vez en televisión hace 28 años. "Hacía de actor en un programa infantil. Tenía 16 años y cobraba 125 pesetas", recuerda. Más tarde vendrían la presentación del primer informativo matinal en la historia de TVE a principios de los años setenta, y de un sinfin de programas. Arozamena hace memoria de sus hitos profesionales: la primera manifestación rodada por las cámaras de televisión, "contra el coste de la vida", la lectura de la primera noticia sobre el síndrome tóxico y, sobre todo, salir al aire el 23 de febrero de 1981 cuando tropas golpistas acababan de llegar a Prado del Rey.Al popular periodista, que se califica de "todoterreno imprevisible", no le preocupa que le critiquen por levantar una mano para ilustrar que habla de los Altos del Golán o de mirar hacia arriba cuando anuncia que lloverá. Lo importante para él es que le entiendan "aquellos que tienen menos aunque sea a costa de que los que más saben te consideren un plebeyo".
Y desde luego, el público recuerda mejor el millón ganado por el alcalde de Belmez que los muertos del Cono Sur. Un millón para el mejor fue el debú de Joaquín Prats en televisión. Un hombre de radio al que le gusta la gente y le molesta "la codicia". Galas del sábado, Canción 71, Destino Argentina, y ahora, El precio justo. Joaquín Prats opina que en los medios "faltan caras y voces nuevas".
No piensa igual Eduardo Sotillos, para quien TVE ha incorporado en los últimos años una "larguísima lista de gente nueva". Sotillos llegó a televisión a finales de los años setenta. Comenzaron entonces los telediarios personalizados con Lalo Azcona, Pedro Macía, Miguel Ángel Gozalo y él mismo. Portavoz del primer Gobierno socialista, subraya que "es tendencia de la mayoría de las cadenas utilizar periodistas maduros porque transmiten experiencia y credibilidad".
Manuel Almendros afirma que "sólo puede transmitir lo que es: una persona sobria que respeta al espectador". Comenzó en televisión en 1968. Del trabajo bajo el franquismo recuerda "los tochos de folios que había que leer" y está convencido de que TVE ha evolucionado al ritmo de la sociedad.
Superintimista
Lleva 18 años en televisión. Le gusta el "periodismo espectáculo". Para él, "el espectador está por encima de todo". Afirma que "nunca se pone nervioso ante las cámaras". Considera sus entrevistas "superintimitas". Quien así habla es Santiago López Castillo, presentador de Por la tarde. No cree que su estilo sea frío. Añade que tiene la conciencia muy tranquila porque, "salvo algún patán", todo el mundo le respeta.Jesús Hermida no recuerda el año exacto en que apareció por primera vez en TVE pero sí que esa tarde había entrevistado a Adenauer. "El mismo día me pidieron que hiciera una prueba para televisión, reproduje esa entrevista y por la noche salí al aire. Era el año 1966 o 1967". Hermida considera "parte de su trabajo lanzar a gente joven", y frente a las denominaciones posibles para este trabajo prefiere los nombres propios, como "la señorita Soriano o Rosa María Mateo".
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