Penúltimo intento
Algunas sociedades no parecen querer resignarse a terminar el ejercicio con una orientación descendente, y por eso, han aprovechado la reacción del viernes de Wall Strect para tratar de sacar algún provecho. La inactividad que opera en estas bolsas se lo ha puesto bastante fácil y la apertura del mercado continuo sufrió un cambio ambiental que trataba de aunar los deseos de las sociedades, la reacción norteamericana y un ajuste técnico tras las importantes bajas de la semana pasada. Pero la alegría no duró demasiado debido a que ni siquiera con un mercado a favor conseguía el dinero superar a un papel poco activo pero excesivo en algunos sectores de primera fila.Como en los días anteriores, en el parqué resultaba demasiado difícil colocar partidas superiores a 1.000 títulos, aunque hubo un par de casos en los que la demanda de esforzó por acabar con el papel, esfuerzo que no se vio recompensado con el éxito pero que evitó la caída de la cotización.
Las aplicaciones, única actividad real del mercado, están subiendo de tono en estos días, como demuestran los tres millones de acciones del Banco Central, los más de cuatro de FECSA, y los casi tres de Hidrola, que se negociaron el pasado viernes. En esa línea de mercado casi paralelo se desenvuelven las grandes operaciones, y la sorpresa saltó ayer con la suspensión de la contratación del grupo Torras a petición propia. Al cierre del mercado, la incertidumbre volvía a imponerse ante la apertura a la baja de Wall Street, lo que plantea dudas en la sesión de hoy.
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