Los sindicatos denuncian graves fallos de funcionamiento en la nueva cárcel de Málaga
Algunos presos de la nueva prisión de Málaga, abierta hace 10 días, han llegado a quedarse sin comer por deficiencias de funcionamiento en la cárcel, siegún representantes de los funcionarios. Éstos han denunciado una larga lista de fallos en las instalaciones y de funcionamiento como cortes de luz, escaso suministro de agua y garitas de vigilancia vacías. Fuentes del centro se han quejado del "descontrol tremendo" de los primeros días.El traslado ha provocado dificultades para la localización de material y han llegado a faltar mantas o vasos. El pasado jueves, 30 presos de un módulo se quedaron sin comer el primer plato. El abastecimiento, en ocasiones, queda a expensas de las sobras en algún módulo.
Los funcionarios se han quejado también de que no se ha hecho una clasificación rigurosa de los reclusos y se dan casos de convivencia en un mismo módulo de reincidentes y condenados por primera vez. En esta semana, un acusado de violación fue apaleado por un grupo de reincidentes, hecho negado por la dirección.
Los funcionarios denuncian que tienen que trabajar en condiciones "infrahumanas" y de falta de seguridad, ya que sólo dos personas tienen que atender a 140 reclusos. El centro, con capacidad para unos 800 reclusos, tiene ya 855, según la dirección, y más de 900 según los funcionarios.
La dirección está "satisfecha" del resultado del traslado y afirma que el centro funciona de forma "completamente normal", aunque con "algunas deficiencias lógicas". "Estamos adir¡irados del traslado y del rendinÚento del 99,9% de los funcionarios", añade.
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