'Casablanca' se libra de la moda del coloreado

Los alemanes vestían de gris y ella vestía de azul, pero sólo en las palabras de Humphrey Bogart. La película Casablanca, 50 años después de su estreno, se libró de la moda del coloreado y volvió a ser repuesta en todo el esplendor de su original blanco y negro en una sesión celebrada el martes en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. La actriz Jane Fonda, esposa de Ted Turner, propietario de los derechos de la película y por lo tanto el responsable de que el film se mantenga tal cual, vestía un traje pantalón rojo.

A la gala, celebrada el pasado martes en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, asistieron los hijos de la actriz Ingrid Bergman y el hijo del actor Humphrey Bogart. El actor Paul Henreid, que dio vida al marido responsable y perfecto Victor Laszlo y el único de los tres vértices del triángulo amoroso que quedaba vivo, murió una semana antes del homenaje.El pasado martes, no fue sin embargo el aniversario real. La película se, había estrenado en 1942 el día de Thanksgiving, (una de las fiestas más importantes para los norteamericanos que tiene lugar en noviembre) en Nueva York. Manhattan es también la ciudad originaria del personaje de ficción Rick Blaine y un lugar sobre el que le aconseja a un alemán: "hay ciertas partes que no les recomiendo que las invadan".

La hija de Ingrid Bergman explicó que para el papel de Rick había sido considerado el entonces actor Ronald Reagan. Casi 50 años más tarde de aquella oportunidad, el ex presidente de Estados Unidos, envió a los organizadores del acto un mensaje de saludo que fue leído antes de la reposición del filme.

Finalmente, los guiones, que se iban escribiendo de un día para otro, cayeron en manos de Bergman y Bogart, que se convirtieron en figuras legendarias. Medio siglo después, el mito de la película sigue creciendo a medida que el tiempo pasa.

"El film sigue vivo y calará en las nuevas generaciones" declaró el empresario de CNN, Ted Turner que confesé haberla visto en más de diez ocasiones.

El monarca Hassan II, envió a través de un representante un mensaje en el que identificaba la película que lleva el nombre de la ciudad marroquí, como "el símbolo del romanticismo, misterio e intriga de Marruecos". La moda de Casablanca, de smoking blanco y bar con piano, puede volver a las calles de Nueva York cuando la película se reestrene para todo el público mañana. El pasado martes, ya se dieron algunas vestimentas típicas marroquíes entre los asistentes a la gala que aplaudieron a mitad de la proyección frases como: "Son los cañones o los latidos de mi corazón".