Los primeros traslados de chabolistas de Los Focos llegan tras seis años de promesas

Ilusión y nervios se adueñaron ayer del poblado chabolista de Los Focos. Por fin, 25 familias recibieron un papel con la dirección de su ansiada vivienda, a la que setrasladarán la semana que viene. Aunque estas familias constituyen una mínima parte de las 268 que integran la lista del Consorcio de Realojamiento, ayer fue un día grande para el poblado, donde duranteaños se han escuchado promesas sobre un piso. Desde 1988, fecha en la que se tenía que haber desmantelado este poblado, nadie se había movido de este campo de chamizos de cartón.

Las máquinas tiraron ayer 25 chabolas vacías de Los Focos, en una zona donde ya han comenzado los movimientos de tierras para construir 9.000 viviendas. Entre el lunes y el miércoles próximo, 25 familias habrán recogido sus bártulos. Ayer recibieron la increíble noticia de que tenían nuevo domicilio. Son 15 las familias que se van a pisos en altura, y el resto a casas bajas o a campamentos.Desde 1988, cuando se tenía que haber desmontado el poblado, la demora de las administraciones, para entregar viviendas y el rechazo ciudadano a los gitanos de Los Focos han convertido en una cantinela falsa el anuncio del principio del fin del poblado. Así, en 1991, una coordinadora vecinal liderada por Nicanor Briceño paralizó la construcción de casas prefabricadas en Los Molinos. El último episodio, sobre el que el Ayuntamiento acaba de rectificar, les condenaba. a vivir junto a las basuras de Valdemingómez.

Entre medias, los pobladores de Los Focos han tenido que soportar el verse cercados por un muro de hormigón.

Los trabajadores sociales del Consorcio tenían totalmente al día la documentación de las familias que ahora se van, por lo que ayer mismo ya sólo esperaban tener las llaves. La incredulidad se enseñoreaba entre los elegidos.

De visita

Algunos vecinos del poblado ya habían visitado por la mañana sus futuras casas. Aunque no les habían dado las llaves, pudieron verlas por fuera y hacerse una idea de lo que serán sus nuevos barrios. Una familia se quejaba: "Nos han dado casas amarillas". Pero luego proseguían relatando lo que les había dejado deslumbrados: la urbanización donde se ubican, los jardines de alrededor...

Los suspiros se escuchaban entre los moradores del poblado. Como los de Antonio y Joaquina, un matrimonio que lleva 14 años viviendo en este inmenso campo de casetas de tetra-briks y maderos. Diego y Carmen, que han nacido allí, celebraban con sus tres chavales el saber dónde van a vivir mañana.

El Consorcio de Realojamiento también ha trasladado en las últimas dos semanas a los moradores de otras 10 chabolas vecinas de Vicálvaro a casas bajas. Y en Vallecas Villa, las últimas 27 familias de las chabolas del Cristo se irán la próxima semana a bloques de vivendas en altura.