"No quiero ser el negativo de García"

José Ramón de la Morena (de 38 años), director de El larguero, en la cadena SER, presentó ayer su libro Los silencios del larguero. En él cuenta los entresijos de su programa durante el último año, con el que es líder de audiencia.Pregunta. ¿Qué son Los silencios del larguero?

Respuesta. Es un zumo de corazón. Supongo que no es un buen libro. Está cargado de buenas intenciones y de sinceridad, pero después de leerlo creía que escribía mejor. Lo que no pensé es que era tan bestia escribiendo con el corazón. Algunas veces, cuando Bustillo lo iba pasando al ordenador, me decía: "Esto no debíamos ponerlo". Yo decía: "Tú, ponlo. Bueno, es igual, como no lo vamos a publicar nunca, ¡qué más da!". Al final está ahí.

P. Huele a obra oportunista tras el éxito de audiencia.

R. No me importa que alguien pueda pensar eso. Empecé a escribirlo el 31 de diciembre. Mi idea es que el libro hubiera aparecido en marzo, cuando todavía no se sabía nada de esto. Se retrasó un poco por la idea de sacar una cinta y porque yo pensaba que publicar un libro era algo más fácil.

P. Más de uno dirá que se lo han escrito.

R. ¡Ojalá digan eso! Porque les parecerá bien escrito. Yo creo que dirán: "No, esto. es cosa suya".

P. ¿Su vida ha cambiado desde aquel gran día?

R. Mi vida no ha cambiado nada. Sólo en que me lo recuerdan con más frecuencia de lo que yo pensaba, y temo que me hagan creer que es algo importante. Pero mi vida no ha cambiado: vengo del mismo sitio, voy al mismo sitio, trabajo en el mismo sitio, con la misma gente, con las mismas personas, los mismos amigos, la misma mujer. Conservo todo, afortunadamente. Ha cambiado eso que le oía decir a Carrasco o a Valdano, la presión. Ya sé lo que es. Ya la he padecido y la he disfrutado.

P. ¿Se ha parado a pensar en dónde radica su éxito?

R. Es que yo no tengo ningún éxito. Hay un equipo de gente de la cadena de SER, donde yo estoy enfrente, que está acertando con una fórmula joven, que apuesta por la sátira, por la ironía, por el humor y por la honestidad. Está funcionando. Pero éxito para De la Morena, no. El éxito es para personas que marcan otra cosa. Éxito lo de Valdano o lo de Cruyff. O lo de Luis del Olmo, que lleva muchos años, o lo de Iñaki Gabilondo. Lo mío es una cosa circunstancial, que procuraré. que dure.

P. ¿Sus seguidores son más pro usted o más anti-García?

R. Posiblemente las dos cosas. La gente estaba muy cansada de un dictador, de un estilo que tenía bajo la bota a todo el periodismo deportivo. Lo que yo digo es palabra de Dios y al que no lo defienda lo machaco. Lo veo así, desde un punto de vista negativo. Yo no quiero ser el negativo de García. Yo quiero buscar nuevos caminos.

P. ¿Por qué sus enemigos son los amigos de García?

R. El oyente sabe discernir entre un estilo y otro, entre una filosofía y otra, y entre una forma de hacer periodisma y otra, y entre una manera de atacar personajes y defenderlos. ¿Quiénes son sus modelos? Clemente, Toshack. Son personajes del deporte a los que no admiro. Hay otros a los que sí admiro: Valdano, Perico, Induráin. Yo no creo que Stoichkov pueda ser el ejemplo de la juventud; apuesto por Induráin, Guardiola, Caminero...

P. ¿Son crueles sus mofas?

R. Es uno de mis remordimientos en ocasiones.

P.¿Teme la caída?

R. Sé que llegará. Animo a que venga gente a superarme, a hacer otra cosa mejor. Eso me da fuerza para no acomodarme. El problema del periodismo deportivo ha sido que la gente ha querido hacerse rica como García: destripando gente e insultando.