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Los productores españoles consideran clave la apuesta por los telefilmes

En un encuentro organizado por la sala madrileña Alphaville y moderado por Ramón Colom, ex director de TVE, cinco profesionales del sector audiovisual español discutieron sobre las relaciones entre el cine y la televisión. Una de las conclusiones más llamativas es que el cine cede espacio en las cadenas generalistas para convertirse en alimento de cadenas temáticas de pago. Para los productores, es clave la realización de telefilmes.

Carlos Abad, director de Canal +; Gerardo Herrero, presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE); José Ramón Rubio, director de marketing de RTVE, y Alejandro Lavilla, director de programación de Tele 5, fueron los invitados de Ramón Colom en este coloquio celebrado en la noche del miércoles. Para abrir el debate, Colom se preguntó si era posible una industria cinematográfica en España sin la existencia de las cadenas de televisión, que en los últimos años han financiado la mayor parte de las películas españolas.Según Herrero, "sin la televisión, el cine europeo no existiría". "En nuestro país", dijo, "la participación de Canal + ha sido decisiva en el desarrollo de una industria estancada y ahora en auge. La FAPAE pretende que los técnicos y profesionales del cine español puedan recibir. una formación adecuada en proyectos de tvmovies (telefilmes), cuyos presupuestos son más bajos, aunque todavía se estiman los costos en un millón de pesetas por minuto".

Carlos Abad reconoció que la cadena de pago tiene dos líneas de trabajo de cara a la producción de telefilmes: "Por un lado debemos alcanzar un marco adecuado de financiación con los productores; por otro, hemos iniciado el desarrollo de guiones, todos de carácter comercial para televisión". Colom puntualizó que si Canal + aceptara eliminar pases de multidifusión y redujera la ventana de explotación a seis meses, "las cadenas comerciales se sumarían a esta línea de producción junto al canal de pago". El ex director de TVE se lamentó de que los presupuestos de producción propia de la televisión pública fueran mucho menores que las partidas destinadas a producciones ajenas, "es decir, que se gasta más en la adquisión de derechos que en la creación de material propio".

El despotismo del cine

Según Alejandro Lavilla, "el cine es un elemento despótico en la programación. Sus costes son desproporcionados, no fidelizan espectadores y obligan a inversiones a largo plazo, pues la acumulación de derechos para televisión es un gran negocio. Nosotros (por Tele 5) emitimos cine a nuestro pesar, aunque existe un tipo de películas que aportan prestigio y otras, sobre todo las de larga duración, como Ben Hur, que alcanzan buenos resultados de audiencia y llenan el prime time con eficacia".Sobre este punto, José Ramón Rubio recalcó que "no es fácil descubrir el cine que funciona, para eso hace falta el instinto del programador. Pero es importante guiarse por otros criterios que los meramente cuantitativos, léase cuota de pantalla; de ahí el valor de una medición cualitativa que oriente sobre el grado de satisfacción del espectador frente a la programación". Rubio defendió el valor de los telefilmes como oferta claramente de televisión, basada, como puntualizó Colom, "en una fórmula, con un montaje que incluye los cortes para publicidad y sin tiempos muertos". .

Abad predijo la concentración del cine en cadenas temáticas que respeten el formato, las versiones originales y sin cortes para publicidad. Ello obligaría al desarrollo de tvmovies españolas para completar la oferta cinematográfica de las cadenas comerciales, lo cual impulsaría la producción en nuestra industria", pronosticó Herrero.

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