Una colección nacida en casa
La UPV atesora cerca de 200 obras plásticas adquiridas a sus propios estudiantes
Las instalaciones de la Universidad del País Vasco (UPV) repartidas por las tres provincias no causan en el estudiante, profesor o simple visitante, la sensación de hallarse ante una obra de arte, tal y como ocurre con otras construcciones públicas de la comunidad. Aunque bien es verdad que su finalidad no es satisfacer los sentidos, la calidad estética de los centros de la UPV es, en ocasiones, inexistente. Sin embargo, de esta realidad no se puede deducir que la preocupación por el arte se halle ausente de la institución académica.
El mejor ejemplo de ello es el proyecto de creación de un patrimonio artístico comenzado en 1993. Ese año, el campus de Vizcaya de la UPV decidió seguir el ejemplo de otras universidades españolas y empezó a adquirir obras de sus jóvenes estudiantes de la facultad de Bellas Artes a través de un concurso, método que se mantiene hoy en día, tal y como explica el vicerrector de Extensión Cultural, Leonardo Lorente. 'Un jurado elige entre las más de 150 creaciones que se presentan cada año las que considera con mayor calidad y la universidad, que dispone de un millón de pesetas para ello, las compra por un valor fijado con anterioridad y que no suele sobrepasar las 100.000 pesetas', explica.
Gracias a esta fórmula, el campus de Vizcaya cuenta con un centenar de trabajos plásticos. A ellos hay que agregar las 70 creaciones que ha atesorado el campus de Álava desde que puso en marcha en 1996 un certamen muy similar.
Pinturas, fotografías, esculturas y composiciones de todos los estilos y de todos los tamaños pasan cada año, tras ser expuestas en distintas salas de exposiciones de Euskadi, a dar lustre a las dependencias académicas. 'Las obras se hallan en el edificio del Rectorado y de la Facultad de Bellas Artes, pero hemos planteado ofrecerlas a los distintos centros', señala Lorente.
Proyecto para Internet
A pesar de ello, el ornato o la posesión de una amplia colección de arte no es su principal fin. 'Estas actuaciones son, sobre todo, una ayuda a los alumnos. Queremos darlos a conocer. De hecho, tenemos en mente la idea de colocar en Internet un catálogo con los trabajos y el currículum de sus autores', indica el vicerrector.
Así lo corrobora el decano de la Facultad de Bellas Artes de la UPV, Ander González. 'La idea no es hacer una colección como la del Thyssen. Si lo fuera, deberían dedicarse muchos más medios. No ocurre así, y lo que se busca, y a nosotros nos parece muy bien, es que se promocione a los alumnos de la facultad, pero de forma académica, ya que no somos una galería', recalca.
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