La crisis bélica refuerza el sistema de telefonía universal Iridium
El sistema de telefonía móvil por satélite Iridium, que garantiza cobertura absoluta en todo el mundo, ha recibido un inesperado impulso a raíz de los atentados del pasado 11 de septiembre y las medidas que se están poniendo en marcha para capturar a los culpables y prevenir nuevos ataques. Pero aun sin este apoyo extra, los responsables de Iridium Satellite (como se ha bautizado a la nueva compañía) ya estaban satisfechos con el volumen de negocio que habían conseguido desde que salieron al mercado en marzo.
Sin embargo, la presentación del sistema en España, el pasado jueves en Madrid, no se libró de algunas suspicacias. La compañía arrastra el lastre del fracaso del primer Iridium, que empezó a operar en 1998 y se declaró en bancarrota el año pasado, incapaz de captar al número de usuarios que tenía previsto para recuperar la inversión inicial de 5.000 millones de dólares.
Apoyo de Defensa
Iridium estaba a punto de dejar caer su red de 66 satélites cuando, en diciembre de 2000, un grupo de inversores privados pagó 25 millones de dólares (unos 4.500 millones de pesetas) por toda la infraestructura y, en marzo, lanzó de nuevo el servicio. Contaron con el apoyo del Departamento de Defensa de Estados Unidos, que ese mismo mes inyectó 72 millones de dólares (casi 13.000 millones de pesetas) a la nueva compañía.
Esa inversión sirvió para garantizar que los satélites de Iridium se mantendrían en órbita. A cambio del desembolso, la Agencia de Sistemas de Información del Departamento de Defensa recibió 20.000 terminales Iridium, que empezó a usar meses antes del lanzamiento comercial, y dos años de servicio ilimitado a su red.
A pesar de que el aumento de uso por parte de los agentes estadounidenses no reportará beneficios a la compañía, Gino Picasso, presidente de Iridium Satellite, asegura que desde el 11 de septiembre las ventas han aumentado considerablemente.
'Se han producido tres tipos de aumento de la demanda', explica Gino Picasso. 'El primero tiene su origen en la gente que está dando ayuda a los afectados: mandamos teléfonos a Nueva York y al Pentágono, lo que hizo aumentar el tráfico, pero no supuso ingresos porque fue ayuda desinteresada. El segundo, en el Departamento de Defensa, que de pronto necesita muchos más teléfonos para sus acciones en el extranjero.
En las últimas tres semanas han multiplicado por tres el número de teléfonos y nuestros minutos de tráfico se han cudruplicado, aunque esto tampoco supone beneficios económicos porque ellos ya tenían su contrato. Y el tercero sí es comercial, y procede de las personas que de pronto se quedaron sin comunicaciones en sus propios lugares de residencia'.
IRIDIUM: www.iridium.com
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