Peter Greenaway asegura que el artista tiene la obligación de ser ambicioso

A Peter Greenaway (Newport, Reino Unido, 1942) le ha llegado la hora. Tras llevar 15 años con la cabeza ocupada en ese invento titulado La maleta de Tulse Luper (The Tulse Luper suitcases), el polifacético creador -además de cineasta, es pintor, matemático, filósofo e ilustrador- está en capilla. Empezará a rodar La maleta... el 12 de junio en Barcelona. A menos de un mes de pronunciar 'acción', Greenaway acepta el calificativo de 'ambicioso' para su proyecto, y alega que el creador debe serlo si pretende, como él, renovar el arte.

El director de El contrato del dibujante y The pillow book ha pasado esta semana como un relámpago por Barcelona para acabar de concretar algunas localizaciones de La maleta..., a la que detesta que se defina como película. Entiende el artista que debe denominarse 'obra multimedia', por la sencilla razón de que se presentará en diversos soportes. Al margen del cinematográfico -ocho horas de cinta repartidas en tres filmes-, La maleta... se lanzará en DVD, CD-Rom interactivos, Internet, una serie de televisión, una exposición y hasta un libro. Con este despliegue, lo que pretende Greenaway, según dice, es abrir el camino de la renovación del cine, un arte que, para él, no sólo ha quedado obsoleto sino que 'ha muerto' del todo. 'El futuro del cine', vaticina el director galés, 'está en las obras multimedia, en la combinación de los nuevos lenguajes mediáticos'.

Pero, ¿cómo debe abordar el espectador una obra tan desmesurada como la que prepara Greenaway? 'Muy fácil', responde el cineasta, 'tiene que ir al cine a ver las tres películas, seguir la serie de televisión, navegar por la página de Internet, comprarse los DVD, los CD-Rom y el libro, y visitar la exposición'. 'Al igual que la vida', comenta, 'donde tenemos nuestra parcela personal, la profesional, la académica, la doméstica..., también el arte se manifiesta de formas múltiples'.

El siglo del uranio

La trama de La maleta... es tan ambiciosa y complicada como la forma en la que va a presentarse al público. Abarca la historia del mundo -'una historia subjetiva', en palabras de Greenaway, quien mantiene que 'no existe la historia, sino los historiadores'- desde el año 1928, en que se descubrió el uranio en Colorado, hasta 1989, fecha de la caída del muro de Berlín, a través del viaje por los cinco continentes del artista Tulse Luper, 'un prisionero profesional', como lo retrata su creador.

Greenaway sostiene que 'el siglo XX es el del uranio', y, por eso, ha hecho girar el argumento de La maleta... en torno a esta idea, que también ha utilizado como herramienta cabalística. Así, el director ha tomado el número atómico del uranio, el 92, y ha hecho que sean 92 las maletas que Tulse Luper -a quien interpretará el desconocido J. J. Field- encuentra en otros tantos lugares del planeta, y 92 el número de actores que participan en el proyecto, entre ellos nombres como Isabella Rossellini, Sting, Franka Potente, Debbie Harry, más conocida como Blondie, y Don Johnson, además de los actores españoles Jordi Mollà, Victoria Abril, Ana Torrent y Rossy de Palma.

Greenaway explica que Tulse Luper está inspirado en un personaje imaginario que se inventó de niño, 'un amigo mío, que conocía todas las respuestas a mis preguntas y tenía toda la sabiduría de la que yo carecía'.

El rodaje de La maleta..., que se hará con nueve cámaras a la vez, y con la participación de cinco equipos de producción -de España (TS Productions), Italia, Hungría, Luxemburgo y Reino Unido-, recalará este mes de junio en Barcelona y Almería, y el año próximo en Bilbao, en cuyo Museo Guggenheim se filmará parte de la tercera entrega de la saga. Greenaway tiene intención de estrenar la primera película de La maleta... en el Festival de Berlín del año próximo; la segunda en el de Venecia, también de 2003, y le gustaría mostrar los tres filmes en Berlín, en el certamen cinematográfico de 2004.