_
_
_
_
Entrevista:JOSÉ MARÍA GUELBENZU | EQUIPAJE DE BOLSILLO

'Los jóvenes lo tienen muy difícil'

Amelia Castilla

José María Guelbenzu (Madrid, 1944) publicó El río de la luna en 1981. La novela con la que ganó ese año el Premio de la Crítica es considerada ahora por su autor como su primera obra importante, aquella en la que domina 'recursos y ambiciones'. El río de la luna se publica ahora en bolsillo y en los próximos meses editarán en el mismo formato sus dos últimos trabajos literarios Un peso en el mundo y No acosen al asesino.

PREGUNTA. ¿Cómo contempla con más de veinte años de distancia la novela que le consagró?

RESPUESTA. Cuando la escribí pensé que era mi primera buena novela, la que resumía todo lo anterior, pero entonces creí que había tenido mala suerte porque coincidió con el intento de golpe de Estado de Tejero, luego no ha sido así. No suelo releer mis novelas más que para corregirlas cuando las reeditan y en el caso de El río de la luna me he encontrado con que, pese al paso del tiempo, sigo pensando igual que cuando se publicó. Me gusta, aunque sea demasiado barroca para los gustos actuales.

P. ¿Y cuáles son los gustos actuales?

R. Hemos vuelto a la novela de construcción tradicional y de corte realista. No hay experimentación, no se corren riesgos para hacer cosas nuevas. Entre la gente joven hay dos direcciones claras: la levedad en sentido calvinista y la superficialidad; no he visto a ningún joven que trate de meterse por otros caminos; el riesgo es verborreico y se aparca la conflictividad.

P. ¿Lo joven ha dejado de ser un valor literario?

R. Los jóvenes lo tienen muy difícil, o no los editan o publican cosas superficiales; creo que ahora es más complicado que en mis tiempos publicar una buena novela, se ha pasado del entusiasmo por la nueva novela española a la saturación.

P. ¿El río de la luna es una novela arriesgada?

R. Es la obra en la que domino recursos y ambiciones y así consigo algo de verdadera importancia. Hay una parte que es un homenaje a Guillermo Brown y a Salgary, y el resto, en cambio, pertenece a la madurez del personaje. Es una novela de amor en el sentido amplio, la historia de alguien que trata de ser más poderoso que la vida, y eso aplicado al amor tiene muchos conflictos. En el fondo queda la imagen de la España de los setenta.

P. Sus dos últimas obras supusieron cambios importantes: una novela de diálogos y una policiaca, ¿le gusta probar nuevos caminos?

R. Me gusta buscar nuevas formas de expresión. Siempre he sido muy intimista, por eso quise irme al lado contrario y experimentar con una novela de diálogos, así conseguí sacar una confesión íntima del diálogo, al fin las palabras son las que decidimos decir nosotros. Con la policiaca trataba de cumplir un sueño de juventud, el de organizar una trama en torno a una intriga. La escribí en un momento en que me había quedado estancado con una obra de envergadura.

P. ¿Ha conseguido retomar esa obra?

R. Soy un cazador de novelas y creo que esta vez tampoco he dado con el rinoceronte blanco. Acabo de terminar una que voy a dedicar a mi hija, pero sigo con el rifle en la mano.

P. Como persona que conoce de primera mano lo que cuesta escribir un libro, ¿cómo se enfrenta a la crítica?

R. Intento encontrar el corazón del libro y explicárselo al lector. Pertenezco al oficio y no soy un crítico en el sentido exacto. Prefiero que se me llame reseñista y lo que es más importante animar a leer y convencer al lector. Procuro escribir sobre libros que me gustan; cuando lo elijo y me parece que no es un buen libro, muestro un criterio coherente.

El río de la luna. José María Guelbenzu. Punto de Lectura. Madrid, 2002. 512 páginas. 6,95 euros.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_