Desmentido

El pasado lunes 5 de mayo, EL PAÍS publicó en la crónica de la misa celebrada en la plaza de Colón que estuve en la misma. He de desmentir este dato. No estuve, al considerar una exclusión de los organizadores que, rompiendo precedentes anteriores, el Papa no estuviera con todos los Grupos de la Cámara habida cuenta que en el Estado español no existe la figura del jefe de la oposición.

Asimismo, y a pesar de lo dicho por monseñor Rouco en el sentido de que el Papa carecía de salud y tiempo, los organizadores tuvieron a bien encontrarlo para la Familia Real, figuras que no existen en la Constitución, y para la familia Aznar, pero no para una representación política que ha sido consecuente con los llamamientos del Papa en contra de la guerra en Irak.

¿Tenía monseñor Rouco temor que habláramos de que el católico señor Aznar haya propiciado una guerra con miles de muertos y que hoy es el día en el que no ha condenado el asesinato del señor José Couto? El presidente de la Conferencia Espiscopal Española, monseñor Rouco, ha organizado el viaje papal excluyendo voluntariamente a parte de las representaciones políticas de la Cámara, ha interceptado una carta de nada menos que 530 sacerdotes vascos dirigida al Papa y ha logrado convertir una misa de canonización en un acto en el que el "desobediente" papal señor Aznar y su ministro de Defensa, señor Trillo, el mismo que dijo que los consejos del Papa no son vinculantes, escucharan con sumo agrado que Juan Pablo II no pronunciara la palabra "guerra" ni una sola vez.

Si alguien piensa que esta visita ha logrado reforzar el mensaje cristiano basado en el amor, el perdón, la solidaridad y una clara jerarquía de valores y que éste ha salido fortalecido con este espectáculo mediático y acrítico, no tiene ningún interés en reflexionar que con semejante Conferencia Episcopal el catolicismo en España se encuentra en una aguda crisis que el tiempo no hará más que aumentar.