El juez Ruiz Polanco arremete contra la Guardia Civil por no informar a Garzón

El juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco arremetió ayer contra la Guardia Civil, a la que acusa de no haber informado al juez Baltasar Garzón de las declaraciones policiales de la presunta etarra Ainhara Gorostiaga, en las que ésta se autoinculpaba y acusaba a otros miembros del comando Urbasa de participar en el asesinato de José Javier Múgica Astibia, concejal de Unión del Pueblo Navarro en la localidad navarra de Leiza, el 14 de julio de 2001.

El juez Ruiz Polanco, tras señalar que el caso por el asesinato del concejal se sigue en el juzgado de Garzón, afirma: "Por razones desconocidas y seguramente de difícil explicación, la Guardia Civil, plenamente sabedora de la existencia de tal sumario al tiempo de la declaración de la señora Gorostiaga [la presunta etarra Ainhara Gorostiaga], se abstuvo de aportar el atestado al mencionado juzgado número cinco, cosa que se ha hecho ahora por el insólito cauce de remitirlo a la Fiscalía, que a su vez lo ha remitido a este Juzgado Central de Instrucción [el número uno] conocidamente incompetente" para juzgar el caso del concejal. El caso es que el juez Ruiz Polanco tramita el sumario genérico por pertenencia a ETA del comando Urbasa, mientras Garzón investiga el crimen del concejal. Pero si la Guardia Civil no informó a Garzón, tampoco lo hizo el fiscal, Ignacio Gordillo, ni tampoco Ruiz Polanco. Y ello a pesar de que la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional denunció el pasado 4 de diciembre "una indebida paralización del procedimiento" relativo al comando Urbasa, cuyos miembros seguían sin ser procesados y sin que se investigase la declaración inculpatoria de Gorostiaga. El ataque de Ruiz Polanco contra la Guardia Civil se concretó ayer en un auto por el que decidió la prisión eludible mediante fianza de los restantes integrantes del Urbasa: 12.000 euros para Aurken Sola y Eneko Yurramendi, y 3.000 euros para Jorge Chocarro. El fiscal Gordillo había solicitado la prisión de todos, pero el juez tenía las manos atadas por sus propios actos, puesto que el pasado lunes había dejado libre con fianza de 12.000 euros al presunto jefe del grupo, Mikel Soto, y no podía por conductas más leves imponer medidas más graves. Ruiz Polanco, sin embargo, ordenó ayer a la Delegación del Gobierno en Navarra la localización permanente de Soto por si hubiera que ponerlo a disposición del juzgado.

Los indicios

Ainhara Gorostiaga realizó el 27 de febrero de 2002 una declaración policial, asistida de letrado de oficio, que luego desmintió en el juzgado, en la que reconocía pertenecer a ETA desde febrero de 2000 y afirmaba que propuso formal el talde (grupo) con Soto, Sola y Chocarro para informar a ETA sobre políticos locales. Además relató que ETA había proporcionado a Soto, presunto jefe del grupo, dos pistolas y dos bombas lapa, y que el comando había matado al concejal de UPN José Javier Múgica y había intentado colocar otra bomba lapa en el coche de un concejal del PSOE en Berriozar (Navarra).