Cuatro nuevos detenidos por el 11-M, uno de los cuales ya estaba preso en Salamanca

La policía detuvo en la tarde y la noche del domingo a cuatro personas en el curso de la investigación por los atentados del 11-M en Madrid. Uno de estos arrestados se encontraba preso en la cárcel de Topas (Salamanca), desde donde fue llevado a la Comisaría General de Información en Madrid, una vez registrada la celda que ocupaba. Esta persona se llama Khalid Ouled Akcha (Tetuán, Marruecos, 1973) y es hermano de Farid Oulad Ali, quien ayer fue interrogado, y puesto en libertad más tarde, en la Audiencia Nacional. A los otros cuatro imputados se les envió a prisión.

Con éstas son ya 14 las personas detenidas por presunta relación con el 11-M.

Las detenciones se produjeron en Madrid, en la vecina localidad de Getafe y en la citada cárcel salmantina, según fuentes de la investigación. Éstas explican que los últimos cuatro arrestos han sido efectuados para conocer su posible relación con la causa por "estragos y asesinatos terroristas" que lleva el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, aunque se cree que uno de los detenidos tiene una implicación "grave".

Las identidades no han sido facilitadas oficialmente, pero ha trascendido que uno de los cuatro últimos detenidos es, presumiblemente, una mujer y otro el marroquí que ha sido excarcelado para ser interrogado. Este recluso es Khalid Ouled Akcha, nacido en Tetuán el 22 de agosto de 1973, hermano de Farid Oulad Ali (albañil, nacido en 1970), que ya estaba arrestado desde el pasado jueves por su presunta relación con el 11-M, según las fuentes consultadas.

Khalid Ouled estaba cumpliendo cuatro años de reclusión por lesiones en la cárcel de Topas, donde ingresó en 2001. La policía, provista de un mandamiento judicial, registró la celda de Oulad, obrero de profesión, el domingo por la tarde para indagar si conserva documentos u otras pistas útiles para la investigación. Después, agentes de la Unidad Central de Información Exterior lo condujeron a la Comisaría General de Información en Madrid.

En estas instalaciones se celebró ayer una cumbre entre los jefes de los servicios antiterroristas de Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y España para reforzar la lucha contra el terrorismo y analizar las investigaciones sobre los atentados.

Las otras tres detenciones practicadas el fin de semana se produjeron en Madrid. Las fuentes consultadas indican que todos estos detenidos tienen relaciones "familiares o de amistad" con algunos de los ya encarcelados o detenidos por el 11-M. Una de las personas arrestadas está domiciliada en Getafe, mientras que otros dos de los detenidos trabajan en una pescadería de Lavapiés, junto a la calle de Tribulete, y otro en una peluquería del mismo barrio.

Fuentes de la investigación rehusaron precisar el grado de implicación de los cuatro nuevos detenidos, que elevan a 14 los arrestos en relación con el 11-M. De ellos, cinco (tres marroquíes y dos indios) ya están presos en la cárcel de Soto del Real en régimen de incomunicación (no pueden recibir visitas, ni siquiera de su abogado, ni tienen acceso a la prensa) y apenas salen de sus celdas. Esta situación puede prolongarse durante cinco días (el plazo concluye mañana), pero el juez puede decidir la prórroga de la incomunicación, según fuentes judiciales.

Las pesquisas se centran con mayor intensidad en el Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) y sus aledaños, ya que esta organización tiene contactos con al menos otros seis grupos islámicos extremistas.

Por otra parte, la Guardia Civil está investigando 50 explotaciones mineras de la zona de Tineo y Cangas del Narcea (Asturias) para aclarar si en alguna de ellas se ha registrado algún robo de explosivos que pudieran haber sido usados en el 11-M, informa Javier Cuartas.

La detención del avilesino José Emilio Suárez Trashorras, ex trabajador de una explotación minera, como presunto suministrador de la goma 2 y los detonadores utilizados por los autores de la masacre de Madrid, dirige la investigación a la existencia de una posible red de comercio ilegal de explosivos en Asturias. Suárez tiene antecedentes policiales por tráfico de goma 2 y está incurso en un proceso judicial por esa causa.

La posible existencia de una trama de tráfico ilícito de explosivos ha cobrado fuerza desde la detención de Suárez, quien ha declarado que facilitó información el pasado febrero a cuatro marroquíes sobre cómo conseguir goma 2 aunque creyendo que era para su uso en explotaciones mineras de su país. Según sostiene Suárez, él se habría limitado a indicar que cualquiera puede coger dinamita de la mina en la que había trabajado porque "está tirada en el patio y las medidas de seguridad son prácticamente nulas". Suárez tiene antecedentes policiales por tráfico ilegal de explosivos.