Federico Luppi regresa a Buenos Aires para rodar con Mignogna
No es extraño que El viento, título de la película que Eduardo Mignogna comienza a rodar el lunes, los haya vuelto a reunir. La metáfora del título y la historia de la película los envuelve en remolinos de recuerdos compartidos. "Cada palabra del guión se escribía con tu voz", le dice el director a Federico Luppi, de 68 años, el actor argentino que regresó a Buenos Aires después de marcharse hace un tiempo con la sensación de que ya no iba a volver y con el que rodó Sol de otoño.
El viento, en palabras de Mignogna, realizador de Cleopatra o La fuga, es una historia con tres protagonistas centrales: Frank Osorio, un hombre de campo (Luppi); Aliana Osorio, su nieta, médica (Antonella Costa), y Miguel Dufour, el amante de Alina, también médico (Pablo Cedrón).
Tras el entierro de su hija Ema, Frank Osorio viaja por primera vez en su vida a Buenos Aires a visitar a su nieta, Alina, para comunicarle la muerte de su madre, con quien la muchacha estaba enfrentada desde hacía un año. Alina, hija natural de Ema, desconoce la identidad de su padre. La presencia de su abuelo en la casa durante los siete días en que transcurre el filme alterará la cotidianidad de Alina y pondrá en evidencia su inestabilidad sentimental. Pero Frank Osorio no ha viajado a Buenos Aires sólo para hablar de la muerte de Ema. Ese hombre tosco y receloso, acaso imprudente por su falta de urbanidad, tiene dos grandes secretos que, inexorablemente, revelará antes de partir. El primer secreto está relacionado con la identidad del padre de Alina; el segundo, es acerca de un crimen.
Babelia
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