Shell cede a la presión de Kirchner y rebaja el 3,3% sus precios en Argentina

La agresiva actitud del Gobierno de Néstor Kirchner para evitar la subida de precios en el mercado argentino ha dado resultado en uno de los casos que se había convertido en un icono de la pugna entre el Ejecutivo y las empresas extranjeras. La multinacional petrolera anglo-holandesa Shell ha dado marcha atrás y ha anunciado una reducción de 3,3% en el precio de las gasolinas. Shell había sido la protagonista de bloqueos llevados por escuadras de piqueteros, ordenados por la Casa Rosada cuando el pasado 10 de marzo anunció una subida de cuatro centavos de peso (un céntimo de euro) por litro de gasolina.

Shell vende ahora una de las gasolinas más baratas, que está por debajo de los 50 céntimos de euro el litro. La medida es un éxito para el Gobierno (que ve cómo la inflación se está disparando y sólo en marzo aumentó en un 1,5%), pero ha causado la inquietud en ciertos sectores que consideran que el intervencionismo gubernamental contra las empresas no es el camino correcto para evitar el alza de precios.

La compañía ha justificado la medida argumentando que se trata de recuperar ventas y cuota de mercado tras el notable descenso de ventas experimentado después de que Kirchner animara a un "bloqueo nacional" contra la empresa. En enero, Shell había subido el precio de la gasolina un 3,5% y el gasóleo un 4,2%. La bajada anunciada sólo se aplica a la gasolina. El pasado lunes la estadounidense Esso también renunció a subir los precios del gasóleo.

La actitud del Gobierno ha provocado las protestas de la Federación de Expendedores de Combustibles cuyo presidente, Carlos Calabró, en declaraciones a una emisora de radio subrayó ayer que Argentina es el único país donde, a pesar de la escalada en el precio del barril de petróleo, no se han producido aumentos en los precios.