Un aire lúdico prima en la edición más elaborada de Gaudí

Aunque soplan vientos de cambio, la Pasarela Gaudí arrancó ayer con la relajación que da el pensar en el verano y el colorido de las colecciones para los tiempos estivales de 2006 en un ambiente lúdico, muy diseñado para los profesionales y acentuando la línea cosmopolita que quiere ser su vía de superación. La sorpresa de la jornada fue el anuncio de Josep Font, que tiene previsto desfilar el año que viene en París.

Antonio Miró fue el encargado de abrir esta Semana de la Moda en Barcelona zambulléndose en un mundo solar con mezclas de sofisticación. Miró usa los colores de las piscinas de David Hockney, como el verde césped y el azul turquesa, para cromatizar una colección fresca hecha a base de tejidos acuáticos; no olvida las americanas, se atreve a lucir con buen humor las grandes gafas redondas, y no renuncia a la moda de mujer con vestidos triangulares que juegan con los volúmenes.

Le siguió Totón Comella y su sello TCN con una propuesta muy a lo country. La diseñadora Miriam Ocariz demostró una vez más que su universo es inmenso, en tres dimensiones y centrado en el look total de la mujer. Ocariz empieza a dosificar sus estampados, muy visibles en la primera parte del desfile, con la dominante de los lisos, que impactan gracias al uso de tejidos brillantes. Lino encerado, algodón con un acabado metalizado y malla de punto metálica son algunos de los materiales. Lo más apetecible, sus vestidos.

Por la tarde, Josep Abril desbocó su personalidad de estilista refinado: un hedonismo oscuro y devoto por el hombre actual y retromasculinizado, transformando los códigos de tradición, como la chaqueta, en un elemento propio que no elude el maltrato discrecional de la factura y el tejido. Abril poetiza sobre el antinegro, el gris sucio, la silueta estrecha y la genética de las ambigüedades: el provocativo peto que casi es una clámide.

Victorio & Lucchino en su colección de mujer han mirado a la lógica del mercado (no siempre esto es peyorativo), atienden a lo comercial sobre un trabajo positivo de fragmentación de los motivos tradicionales: lunares dimensionados, drapeados rotos, raso nazareno armado, volantería vertical y diagonal, superposiciones que van de la blonda al estampado vegetal y una constante estilística sobre la feminidad provocativa. Josep Font, que no quiso hablar claramente de la despedida de Gaudí, viajó ayer hasta diferentes islas del Pacífico para presentar una colección de vestidos con estampado propio floral. Los colores cálidos y las flores marcan esta poética colección.

La jornada inaugural se cerró con el espectáculo del belga Dick Bikkembergs en el Camp Nou, donde sirvieron de modelos los jugadores juveniles de los equipos barceloneses (Europa, Español, Barça).