La vida y el paraíso
Pasé la noche del domingo entre un vecindario y otro, el de Antena 3 (Mis adorables vecinos) y el de Tele 5 (7 vidas). Hay cosas en las series que se parecen mucho; la segunda tiene un bar que es el eje de todo, y en la de Antena 3 pusieron el bar anteayer mismo. En las dos hay mucho sexo, y de ahí parte toda la intriga. Ambas, además, son interminables. Antes de venir a Madrid se nos decía que aquí nadie tiene que ver con la vida de nadie. Estas series dicen, sin embargo, que el cotilleo vecinal es el que manda.
Las cadenas se odian pero se citan. En la de Tele 5, por ejemplo, hubo más de una señal de afecto hacia Pasión de gavilanes, que es de Antena 3; hubo también palabras de recuerdo para Gema Ruiz (la ex de Álvarez Cascos que baila en La Primera) y me fijé en un plano general en el que aparecía muy destacado el principal emblema de Televisión Española, el Pirulí. Y, en fin, una joven despedida de improviso por su psiquiatra exclama en 7 vidas: "¡Ahora comprendo lo que deben sentir los que aparecen en 59 segundos!".
¿Los argumentos? Huy, hay tanto enredo que era imposible levantarse a cortar el fuet. Hablan, con bastante rapidez y con cierta verosimilitud, de lo que pasa en la vida propiamente dicha; podían estar hablando de lo mismo en Lo que inTeresa, los nuevos debates abiertos ayer en Antena 3 por María Teresa Campos. Lo que interesa: con énfasis juguetón en lo de Teresa.
La 2 emitió el sábado a medianoche un espléndido documental, Soportar el paraíso, firmado por Miguel Ángel Nieto y Carles Caparrós, sobre Mallorca, Deiá, Claribel Alegría, Mario Benedetti, y, especialmente, sobre Robert Graves, el autor de Yo, Claudio.
Me hice esta reflexión: ¿y si ahora se emitiera aquella exitosísima serie de la BBC basada en la obra del genial autor británico? ¿Podría ir a algún lado frente al cotilleo que ahora nos tiene pendientes de la vida rosa o fucsia de tantos vecinos?
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