La bailarina y el cantautor

El periodista y escritor Tico Medina (Granada, 1934) fue, como cabía esperar, el más locuaz de cuantos ayer recibieron la Medalla de Andalucía en Sevilla.

Para empezar, este maestro del periodismo hispano dijo -fuera ya del escenario del teatro- que vivía "el colmo de la satisfacción más grande de toda mi puñetera vida". Medina, molesto porque algún medio de comunicación dijo que tenía 74 años cuando él "sólo" tiene 73, dejó escrito en el libro de agradecimientos que tras recibir la medalla no quiere "morir tranquilo, sino vivir tranquilo". El periodista le propuso también a otra de los galardonados, Carmen Herrera, la judoca malagueña que consiguió un oro en los Juegos Paralímpicos de Atenas de 2004, que fuese su guardaespaldas. Algo a lo que "la niña", como él la llamó, aceptó "encantada". El alcalde de su ciudad, el popular José Torres Hurtado, no pudo celebrar ninguna de sus ocurrencias ya que abandonó el teatro por no tener un lugar reservado junto al resto de los alcaldes que asistieron a la ceremonia del Día de Andalucía. El Ayuntamiento de Granada, que envió ayer una nota, considera "inadmisible" el "desprecio".

Manuela Carrasco (Sevilla, 1954) aclaró, en cuanto pudo: "Soy una gitana bailaora que me he dejado la piel en los escenarios", quizás para corregir a Federico Mayor Zaragoza, quien en su discurso de agradecimiento en nombre de los galardonados habló de la "bailarina" Manuela Carrasco y del "cantautor" Manolo Escobar. "Es que es de Barcelona", le disculpó después la sevillana que es Premio Nacional de Danza 2007. "Yo, que tengo una enormidad de premios, nunca en mi vida me he sentido más feliz que en este momento", apuntó el cantante Manolo Escobar (El Ejido, Almería, 1931).

"Que te reconozcan y que lo hagan en tu tierra es un orgullo, sobre todo por mi madre que es hoy la mujer más feliz en las proximidades", apuntó el juez Baltasar Garzón (Torres, Jaén, 1955), quien con ecuanimidad dijo sobre la protesta durante el acto que se había "respetado la discrepancia" y destacó la "templaza" de Chaves para superar el escollo.

La escritora Elvira Lindo (Cádiz, 1962) agradeció que la Medalla sea un premio al que no hay que presentarse. "Mi oficio es llegar a la gente y cuando la gente te distingue con un premio es como el viaje de ida y vuelta de tu trabajo que compensa otros sinsabores de la vida", afirmó.

El arquitecto Juan Cuenca (Puente Genil, Córdoba, 1943) se refirió a la "complejidad" de la tierra andaluza para aludir a su profesión. También recibieron ayer la Medalla de Andalucía el sacerdote Francisco Girón, el vicepresidente del Tribunal Constitucional Guillermo Jiménez y el empresario Jaime Ybarra.