Los salarios crecen, pero la inflación estanca el poder adquisitivo y no compensa la pérdida de 2022
“La remuneración por asalariado crecerá a tasas superiores a las de los precios de consumo”, augura el Gobierno en el Plan Presupuestario enviado a Bruselas. Sindicatos y patronales creen que el pacto salarial impulsará el poder de compra
Los salarios crecieron un 3,41% hasta septiembre, según la estadística de convenios colectivos del Ministerio de Trabajo. Es un registro alto, el mayor desde 2008 (3,6% anual), y es posible que el acumulado del año termine superándolo. En enero las nóminas crecieron un 2,81%, hasta mayo un 3,26% y hasta el noveno mes 15 centésimas más. Es una buena noticia para los trabajadores, pero queda opacada por el avance de la inflación. La media de las tasas interanuales de IPC en lo que llevamos de año (así se calcula la inflación anual cuando termina el curso) es del 3,64%, ligeramente por encima del alza salarial. La diferencia es tan pequeña que se podría afirmar que hay un equilibrio, con precios y retribuciones dibujando la misma gráfica. Pero cabe recordar que en 2022 y 2021 no se dio tal sintonía: los precios crecieron 5,21 puntos más que los salarios el año pasado y el anterior, 1,48.
La estadística de convenios no recoge todos los salarios del país, sino aquellos regulados por convenios colectivos con efectos económicos conocidos y registrados. El último dato, de septiembre, es una foto fija de cómo han cambiado para 9,52 millones de trabajadores. Cabe destacar que si solo se tienen en cuenta los convenios firmados o actualizados en 2023, que afectan a 2,6 millones de empleados, el incremento asciende al 4,27%. Respecto a la inflación, el último dato interanual es el acelerón de septiembre, un 3,5%, el incremento más alto en cinco meses.
En resumen, atendiendo a estos datos, en 2023 el poder de compra se va a quedar como estaba o va a cambiar ligeramente. Es un escenario diferente al de 2022, cuando los salarios reales de España sufrieron el mayor retroceso desde que hay registros, el noveno más alto entre los 38 miembros de la OCDE. Así, aunque los salarios no mengüen este año, aún no recuperan lo perdido durante los peores meses de la inflación. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, auguró hace dos semanas que el poder adquisitivo de los españoles no se recuperará al menos hasta 2026.
Sindicatos y patronales alcanzaron un acuerdo en mayo que insta los empresarios a subir los salarios un 4% en 2023, el llamado Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). El pacto salarial marca un camino de subida de otro 3% en 2024 y el mismo incremento en 2025, ambos susceptibles de sumar un 1% extra si la inflación supera esas subidas el año anterior. Si se cumplen las previsiones del Fondo Monetario Internacional, esa senda tampoco serviría para ganar poder adquisitivo en 2024, ya que la inflación en España será de un 3,9%. Según el Banco de España 2023 terminará en un 3,6% de media y el año que viene, en un 4,3%. El Ministerio de Seguridad Social proyecta un incremento del 4% este año y del 2% en 2024 y 2025.
Optimismo del Gobierno
Pese a estas cifras, el Gobierno es optimista respecto a la evolución del poder de compra de los españoles. “El poder adquisitivo de los hogares, que a mediados de 2023 ya se situaba en niveles previos a la perturbación energética de 2022, continuará avanzando como resultado de las subidas salariales observadas en los convenios y el control de la inflación”, indica el Ministerio de Hacienda en el plan presupuestario remitido a Bruselas y presentado este lunes. “Todo ello se verá reforzado por el retorno de la confianza de los hogares a niveles previos a la invasión de Ucrania, a lo que vienen contribuyendo tanto las medidas adoptadas ante la perturbación como la reducción de la temporalidad en el empleo tras la reforma laboral de 2021″, añade el informe.
“Los salarios”, continúa el Gobierno, “continuarán creciendo en 2024 impulsados por las ganancias de poder adquisitivo y de productividad derivadas de las reformas estructurales adoptadas. La remuneración por asalariado crecerá a tasas superiores a las de los precios de consumo, de manera que los trabajadores ganarán capacidad adquisitiva durante el periodo 2023–2024″.
El Ejecutivo cree que la productividad crecerá, y de la mano los salarios, por el impulso de actividades con alto valor añadido, derivado de “el cambio de composición en la estructura sectorial del empleo, con un mayor protagonismo de los servicios TIC y actividades científicas y profesionales” y el “aumento del stock de capital intangible derivado del proceso de digitalización de la economía española que está impulsando el Plan de Recuperación”.
El informe de Hacienda advierte de posibles dificultades en el horizonte, como “un rebrote de las presiones en los precios de la energía en un entorno geopolítico complejo. El reciente incremento en los precios del petróleo y del gas vuelve a evidenciar que los costes energéticos se mantienen en una situación de volatilidad que puede afectar a la actividad y retrasar la vuelta de la inflación al objetivo a medio plazo”.
Sindicatos y patronales reivindican el AENC
Pese al repunte de la inflación, en UGT creen que el AENC no solo mantendrá el poder adquisitivo de los trabajadores, sino que a futuro conseguirá recuperar parte del que se perdió en años anteriores. “Si nos fijamos en todos los convenios la subida es del 3,41%, pero si nos centramos en los de 2023 estamos en un 4,27%. Eso es señal de que las empresas están incrementando salarios como marcaba el AENC, de que la tendencia apunta a subidas mayores a medio plazo”, explica el vicesecretario general de Política Sindical, Fernando Luján. Coincide Mari Cruz Vicente, secretaria confederal de Acción Sindical de CC OO: “La negociación colectiva ha cogido impulso desde el AENC. Creemos que servirá para ganar poder adquisitivo cuando se haya desplegado al completo. Se apreciará cuando tengamos todos los datos definitivos, ahora son provisionales”.
Los dos sindicalistas recuerdan que si la inflación crece más de lo previsto, el acuerdo salarial contempla una subida extra del 1% que se sumaría al 3% pactado para 2024 y 2025. “Es cierto que no se ha recuperado lo perdido en 2022, que algunas previsiones no son positivas y, a la vez, los márgenes empresariales siguen en máximos”, matiza Vicente. “Por eso es tan importante que el Gobierno mantenga las ayudas para frenar la inflación y que las acompañe de otras”, destaca. Entre ellas reclama un desarrollo de la ley de vivienda, ante la gran porción del salario que consumen alquileres e hipotecas. “Creo que en 2024 y 2025 los salarios crecerán más que la inflación, como para recuperar parte del poder adquisitivo perdido”, finaliza Luján.
Fuentes de la CEOE también valoran positivamente el efecto del AENC, e instan a confiar en su desarrollo para garantizar el poder adquisitivo: “El AENC ha sido tal revulsivo para la negociación colectiva que convenios que llevaban mucho tiempo bloqueados se están revisando. La reacción es buena y hay que dejarlo avanzar”. Las mismas fuentes insisten en que la situación actual, que combina subidas salariales, reducción de la conflictividad y fortaleza del empleo, demuestra que el acuerdo fue “positivo”.
“La recuperación está siendo muy desigual por sectores e incluso territorios y también por tamaño de empresas”, agregan fuentes de Cepyme. Las mayores alzas se dan en Región de Murcia (5,27%), País Vasco (4,98%) y Aragón (4,47%), y las menores en Asturias (3,11%), Extremadura (2,85%) y Castilla-La Mancha (2,75%); y por sectores, las más altas en empleadas de hogar (6,35%), actividades artísticas (4,02%) y hostelería (3,94%), y las más bajas en industrias extractivas (2,36%), actividades inmobiliarias (2,31%) y suministro de energía (1,98%). “En el caso de los sectores y empresas en los que existe mayor margen para mejorar la retribución de los trabajadores se está haciendo. Por ejemplo, casi cuatro millones de trabajadores sumaban un incremento salarial del 4,96%″, añaden en Cepyme.
Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research, apunta que si se tiene en cuenta la inflación subyacente, el golpe a los salarios es mayor: “Va terminar entre el 5% y el 6% en promedio, lo que certificaría una pérdida de poder adquisitivo”. Además, destaca que la estadística de convenios, aunque se compone de una muestra inmensa, detalla la situación de trabajadores protegidos por la negociación colectiva. “Lo normal es que las subidas globales sean algo menores de lo que indica la estadística de convenios, que no toma todo el universo de los trabajadores, sino el de los más protegidos por los sindicatos”. Cardoso cree que las ganancias de poder adquisitivo se certificarán en adelante, ya en 2024. Su equipo de estudios estima que la renta disponible de los hogares podría aumentar algo más de un 2% en términos reales el año que viene.
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