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El inversor activista Nelson Peltz tira la toalla y vende sus acciones en Disney

La operación llega después de que el fundador del fondo Trian fracasara en su intento de infliltrarse en el consejo de la compañía

Nelson Peltz y Elon Musk en 2024 en Los Ángeles
El inversionista Nelson Peltz es acompañado por Elon Musk en una premiere celebrada en Los Ángeles.Axelle/Bauer-Griffin (FilmMagic)
Luis Pablo Beauregard

Ha tomado varios años, pero finalmente Bob Iger ha ganado la batalla a Nelson Peltz. El inversor activista del fondo Trian ha vendido todo su paquete de acciones en Disney, de acuerdo a la cadena CNBC. La operación se produce casi dos meses después de que Peltz fracasara en su intento de colocar a dos ejecutivos en el consejo de administración del gigante mediático. La tensa campaña enfrentó las visiones del veterano inversionista con la del consejero delegado. Los candidatos de Iger obtuvieron el respaldo del 75% de los accionistas mientras que Peltz y su compañero recibieron solamente el 31% de los votos.

Peltz, de 81 años, obtuvo con la operación unos 1.000 millones de dólares, de acuerdo con el medio especializado, quien cita como fuente a una persona con conocimiento de la transacción. Hasta la tarde de este miércoles, Disney no había confirmado la venta de uno de sus mayores accionistas. Trian controlaba unos 3.500 millones de dólares de Disney, aunque la gran mayoría de estas acciones son propiedad de Ike Perlmutter, socio de Peltz, y veterano ejecutivo que fue clave en el ascenso de Marvel como palanca de crecimiento del negocio de la empresa.

Iger abandonó su retiro en noviembre de 2022 para hacerse cargo de la empresa en una segunda etapa durante un periodo de crisis. Perlmutter fue despedido de la compañía unos meses más tarde como parte de una estrategia planteada por Iger para reducir los costes. La salida también encerraba un gesto de encono. La mala relación entre el ejecutivo y el consejero delegado es bien conocida en Hollywood. Cuando Iger le mostró la puerta, Perlmutter elevó su batalla junto a Peltz, un viejo amigo, en contra del principal ejecutivo de Disney.

Peltz comenzó una campaña por entrar al consejo tras el regreso de Iger. Trian tenía marzo de 2023 unos 900 millones invertidos en Disney, unas 9,4 millones de acciones. Peltz se convirtió entonces en la voz crítica de la gestión de la empresa. Aseguró que la compra de 21st Century Fox, cerrada por Iger por 71.000 millones en 2019, había sido un error. Reprochaba al consejero delegado no haber planeado su sucesión correctamente y reprobaba el dispendio de la compañía, en especial en las decisiones de su estudio cinematográfico. Peltz aseguraba que todo esto había lastrado el precio de las acciones.

En febrero de 2023, Disney anuncio una reestructuración en la que despedía a 7.000 empleados y recortaba gastos para ahorrar 5.500 millones de dólares. Peltz consideró la medida una victoria de su causa. Así que entonces declaró la paz en su lucha por tratar de penetrar el consejo de administración. La tregua no fue duradera. El veterano inversionista volvió a la carga en el otoño con una nueva campaña en la que buscaba un asiento para él y otro para Jay Rasulo, un exempleado de Disney que abandonó la empresa en 2015.

Los accionistas decidieron apoyar a Iger en la elección del 3 de abril, celebrada durante la junta anual. El mensaje a Trian era rotundo. Disney se imponía al fondo por segunda vez en dos años. Los inversionistas apostaron otra vez por la visión de Iger. Esta, de momento, parece dar resultados. Los títulos se han apreciado un 11% en lo que va de 2024, colocándose en los 100 dólares por unidad.

El panorama de Trian es más complejo tras la batalla. El fondo lleva años de bajas ganancias. El año pasado, por ejemplo, tuvo sus peores resultados desde 2012. Su paquete de acciones en el gigante mediático le había generado hasta abril unos 300 millones de dólares, una cifra insuficiente para lo que pronosticaban los socios con su apuesta. El fiasco de esta primavera obligó al grupo a enfocarse en otra de sus grandes apuestas, en la multinacional británica Unilever. El episodio ha hecho que varios analistas se pregunten si Peltz ha perdido su poder tras no conseguir apoyos de gigantes como BlackRock y Vanguard en su lucha a cara de perro con Bob Iger.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.
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