Solo los trabajadores rasos mantuvieron su poder adquisitivo en 2024
Ganaron un 2,81% más, a la par que la inflación, mientras que los directivos y los mandos intermedios, los más castigados, se quedaron por debajo, según un estudio de EADA Business School e ICSA Grupo
Los sueldos de los empleados rasos, sin trabajadores a cargo, subieron una media del 2,81%, unos 681 euros anuales, en 2024, en la misma línea en la que lo hicieron los precios, lo que impidió que su poder adquisitivo se resintiera. Una contención que no lograron ni los mandos directivos intermedios, que ganaron un 0,77% menos (unos 345 euros más al año); ni los altos directivos, quienes pese a mejorar su remuneración en un 0,57% (unos 485 euros más), esta se quedó por debajo del IPC. Sumando estas fluctuaciones a las de ejercicios anteriores, las tres categorías continúan acumulando pérdidas durante las últimas décadas, según el estudio Evolución Salarial 2007-2024, elaborado por EADA Business School y la consultora ICSA Grupo, que ha sido presentado este miércoles en Barcelona.
De acuerdo con sus cálculos ―elaborados a partir de los resultados de 80.000 encuestas realizadas entre los meses de julio de 2023 y 2024 a empresas y plataformas online sobre trabajadores por cuenta ajena tanto del sector privado como del público―, el año pasado el salario anual medio de los empleados fue de 27.087 euros; mientras que el de los mandos intermedios se situó en los 42.717 euros, y el de los altos directivos en 88.832 euros anuales.
El informe analiza la evolución de los sueldos en estas tres categorías, y los compara con la evolución del IPC para determinar si se ha producido (o no) una pérdida de poder adquisitivo. Algo que confirma el histórico acumulado. Desde 2007, el IPC ha subido un 39,70%, y en este tiempo los salarios de todos ellos han sido incapaces de seguirle el ritmo. Pese a la mejoría experimentada por los trabajadores ―fundamentada en los progresivos aumentos del salario mínimo y en la necesidad de retener talento por parte de las compañías―, estos se han quedado por debajo (38,28%), igual que los directivos (29,29%) y los mandos intermedios (22,74%). De hecho, estos últimos son los que salen peor parados en los distintos apartados de análisis del estudio.
Aunque la disminución salarial en esta categoría fue mayor el año pasado, si esta se sigue manteniendo es debido a la coyuntura económica y a los cambios a nivel de desarrollo tecnológico, especialmente provocados por la inteligencia artificial, que impactan en mayor medida sobre los mandos intermedios, han explicado Jordi Assens, profesor de estrategia en EADA Business School, y David Suárez, socio-director del Área de Estudios de ICSA Grupo.
El informe evalúa la evolución salarial por sectores, y evidencia que mientras la banca y los seguros son los que ofrecen sueldos más elevados a los directivos (94.843 euros anuales) y a los mandos intermedios (52.031 euros), la industria presenta mejores condiciones en el caso de los empleados (30.565 euros al año de media). Por el contrario, el comercio y el turismo siguen estando a la cola en las tres categorías. “Pese a que es el sector servicios el que ha tirado del empleo el año pasado, es a su vez el que ofrece perores retribuciones, por lo que este tipo de crecimiento que hay que ponerlo en duda y debería dirigirse a sectores de mayor productividad”, ha señalado Assens.
En cuanto a los salarios por tipos de empresa, los resultados evidencian que ha sido precisamente las pequeñas empresas las que han realizado un mayor esfuerzo para mejorar sus remuneraciones. Han experimentado subidas en las tres categorías (la más pronunciada, curiosamente, en los puestos de dirección, con un 1,44%), mientras que las grandes empresas son las que han retribuido mejor a sus empleados (sus sueldos han avanzado un 4,85% de media). “Este hecho puede ser dado porque en las grandes empresas tienen convenios propios que van por encima de los sectoriales, y, por lo tanto, negocian al alza”, ha matizado Suárez.
En cuanto a las diferencias salariales por territorios, la fotografía que presenta el estudio en las tres categorías es calcada: mientras Madrid y Cataluña cuentan con las mejores propuestas, La Rioja y Extremadura son los territorios donde se concentran las retribuciones más limitadas. Sin embargo, que los salarios de unas regiones estén por debajo del de otras, no quiere decir que su poder adquisitivo sea inferior. De hecho, tal y como han recordado los ponentes del estudio, las diferencia de precios en materias como la vivienda, el alquiler, o los alimentos de unos lugares a otros mitiga, en cierta manera, las diferencias salariales en el ámbito geográfico.
Planes de compensación
A modo de conclusión, el estudio alerta de la necesidad de mejorar la productividad de las empresas, de preparar a las futuras generaciones de trabajadores para un ecosistema mucho más tecnificado, y a la necesidad de controlar la inflación para impedir que la pérdida de poder adquisitivo siga siendo una constante en el tiempo.
Para ello, proponen una serie de políticas de compensación que pasan por ligar la evolución de los salarios al IPC, implantar fórmulas como el teletrabajo que favorecen la conciliación y abordar y combatir las causas que están provocando el auge del absentismo.
“Estamos viendo a lo largo de estos años que, en España, aunque los salarios están creciendo, no consiguen superar la inflación. La economía, centrada en un alto porcentaje en sectores como turismo y comercio, ayuda a crecer el PIB global, pero no consigue impulsar el PIB per cápita, limitando la generación y distribución de valor”, ha incidido Assens. “Los modelos de compensación deben descartar los incrementos lineales, ya que, sin incrementos de productividad, estos producen una pérdida de competitividad empresarial. Por ello, es fundamental impulsar modelos de compensación flexibles y sostenibles, que estén orientados a objetivos y que puedan paliar la alta rotación y el elevado absentismo laboral”, ha remachado Suárez.
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