Bruselas convertirá en permanentes las salvaguardas comerciales al acero por los aranceles de Trump y la sobreproducción china

En un mundo en repliegue y en plena turbulencia por la guerra comercial con EE UU, tras los aranceles a la siderurgia decretados por Donald Trump, Bruselas prepara nuevas medidas de protección para el acero y el aluminio europeos. La Comisión Europea prolongará las medidas de salvaguarda actuales para el acero que llega a la UE y plantea imponer nuevas fórmulas permanentes de protección al mercado europeo, debido al efecto en el club comunitario de la sobreproducción de China y el impacto de los impuestos de un 25% al sector que lanzó Washington la semana pasada. Aranceles ante los que la UE ha prometido represalias a productos estadounidenses por valor de hasta 26.000 millones de euros. Bruselas anunciará esas nuevas medidas de salvaguarda en el tercer trimestre del año, según detalla en un nuevo plan para el sector de los metales, al que ha tenido acceso EL PAÍS, que el Ejecutivo comunitario presentará el miércoles.

Ya en 2018, con la primera guerra comercial con EE UU durante el primer mandato de Trump, Bruselas (que tiene la competencia en temas comerciales de la UE) impuso salvaguardas al sector a la siderurgia en forma de cuotas por productos que llegan al mercado europeo y, una vez superado ese cupo, aranceles. Esa medida de protección comercial expira en junio de 2026. El Ejecutivo comunitario cree que hay que ampliarla y hacerla más permanente.

“No es razonable asumir que el exceso de capacidad estructural mundial y su impacto negativo en el comercio para la industria siderúrgica de la UE, que activó el uso de la salvaguardia, desaparecerán el 1 de julio de 2026″, dice el borrador del plan. “Por el contrario, es probable que los efectos negativos en el comercio se agraven, ya que un número cada vez mayor de terceros países están adoptando medidas destinadas a limitar las importaciones en sus mercados, lo que convierte al mercado de la UE en el principal receptor del exceso de capacidad mundial”, señala.

Además, Bruselas, que habla de “situación excepcional” para argumentar la necesidad de introducir un “nivel adecuado y eficaz de protección fronteriza” para preservar una industria siderúrgica de la UE competitiva y sostenible, lanzará una nueva investigación sobre el mercado del aluminio para determinar el impacto también ahí de los aranceles de Trump. Ya en diciembre inició otra pesquisa sobre el sector del acero. El Ejecutivo comunitario, liderado por la conservadora Úrsula Von der Leyen, remarca ahora que no dudará en activar medidas de protección adicionales si se consideran necesarias como resultado de esta nueva investigación.

Las importaciones de aleaciones a la UE han aumentado considerablemente en los últimos años y la industria se ha visto obligada a paralizar gran parte de su capacidad, asegura la Comisión en el borrador que ha consultado este diario. La situación también se está deteriorando en el sector del aluminio, sigue. “Los productores de la UE perdieron una cuota de mercado considerable durante la última década y, además, alrededor del 50 % de la capacidad de producción primaria sigue limitada desde 2021″, apunta el documento, que estudiará el colegio de comisarios el miércoles.

Bruselas asegura que la producción no se ha recuperado desde la pandemia de la covid-19 —en 2023, la fabricación de acero fue la más baja desde que hay registro, sin contar con los años de la crisis sanitaria— y que la situación se ha agravado por los altos precios de la energía y la escasa demanda. Además, cree también que los aranceles estadounidenses sobre el aluminio pueden empeorar aún más la situación, con una “amenaza significativa” de desvío comercial desde múltiples destinos. Es decir, que ante el cierre de otros mercados, productores de distintos lugares deriven sus productos al club comunitario, un mercado de 27 países y 450 millones de ciudadanos. Así, la UE, uno de los bloques más abiertos desde el punto de vista comercial, podría convertirse en el principal receptor del exceso de capacidad global, sostiene.

Elusión de las salvaguardas

“La Comisión ha observado una tendencia creciente a que los productores exportadores intenten eludir las medidas de defensa comercial. Este comportamiento podría socavar la eficacia de nuestras medidas”, dice el borrador del plan. De hecho, para frenar que, a través de terceros países, Estados como China eludan las salvaguardas, Bruselas ha diseñado un nuevo protocolo para trazar los productos que llegan. Se trata de evitar que la producción real se haga en un país sujeto a aranceles pero se etiquete con otro que no lo está, en el que se complete parte de su producción.

Así, va a introducir lo que ha llamado una “norma de fusión y vertido”, según la cual el origen del producto ya no se determina por las normas de origen tradicionales, sino por una regulación específica según la cual el metal se considera originario del país donde se fundió originalmente, independientemente del lugar de transformación posterior. “La aplicación de esta norma de seguimiento eliminará la posibilidad de cambiar el origen del producto metálico mediante una transformación mínima y brindará mayor certeza en la trazabilidad del origen del producto”, asegura el Ejecutivo comunitario.