Detenida una cuarta persona por su presunta relación con la célula islamista de Barcelona
El grupo intentaba comprar explosivos para cometer atentados en España
Agentes de la Guardia Civil detuvieron ayer en Martorell a Mustafá Farhorui como presunto integrante de la célula islamista desarticulada el pasado miércoles en Barcelona que intentaba comprar explosivos para cometer atentados en España, según fuentes próximas a la investigación.
El presunto islamista fue detenido en su domicilio, que durante toda la noche fue registrado por los agentes de la Guardia Civil, que se incautaron de diversa documentación, que está siendo analizada. La detención de esta cuarta persona es consecuencia de las declaraciones efectuadas por los tres detenidos el pasado miércoles, que vincularon a Farhorui como presunto miembro el grupo. La célula desarticulada en Barcelona estaba intentando comprar explosivos en Europa del Este.
Uno de los arrestados, Majid Bakkali, viajó a Marruecos, su país de origen, para, desde allí, gestionar la compra de explosivos con intenciones aún por determinar. El motivo de su viaje fue que la operación de compra del material procedente de un país del Este se frustró al recibir en España, de manos de un intermediario, una muestra del mismo que se encontraba en mal estado. Ya en territorio marroquí, Bakkali realizó, al menos, una llamada a un país oriental que estaría, según creen los investigadores, relacionada con la intención de adquirir explosivos o con una trama yihadista.
Intento de compra de explosivos
El origen de las detenciones de los marroquíes Bakkali, Mohamed Douha y Abdelkader Farhaoui está en una información obtenida por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre la posible venta de explosivos por parte de un traficante de un país centroeuropeo a los islamistas, a través de un intermediario. El CNI se puso en contacto inmediatamente con los servicios de inteligencia de ese país, que en el pasado perteneció al Pacto de Varsovia, los cuales colaboraron "eficazmente" con sus homólogos españoles, según fuentes de la lucha antiterrorista.
Más satisfactoria aún fue la colaboración entre el CNI y la Dirección de la Seguridad del Territorio (DST) marroquí. Los agentes españoles alertaron a los marroquíes del viaje que Bakkali iba a realizar a su país de origen. Cuando llegó a Marruecos, Bakkali estuvo controlado en todo momento por la DST, que lo dejó regresar a España para continuar con la investigación. El flujo de información entre los dos servicios secretos permitió que el CNI retomase la vigilancia del islamista marroquí nada más pisar suelo español. Toda la información llegó al Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA) y, finalmente, se decidió proceder a las detenciones.
Orden de detención desde Marruecos
El 18 de diciembre, cuatro días antes de que se realizasen los arrestos en Sant Andreu de la Barca y Mollet del Vallés, llegó a España, cursada desde Marruecos, una orden de detención de Bakkali y Douha, a los que las autoridades del reino alauí vinculan con los atentados de Casablanca, cometidos en mayo de 2003.
Fuentes próximas a la investigación consultadas por Europa Press aseguran que ambos presuntos islamistas serán entregados a Marruecos en el caso de que el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu decidiese ponerlos en libertad por falta de pruebas en su contra tras tomarles declaración, lo que previsiblemente ocurrirá el próximo lunes.
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