Vida secreta de las amapolas
"Vivimos. Simplemente. Yo y la amapola". El haiku del poeta Kobayashi Issa (1763-1827) resume el sentimiento de melancolía, de tristeza contemplativa ante la belleza efímera de las cosas que en Japón se conoce como Mono no aware, que se traduce en una devoción por las flores de vida breve como las del cerezo -sakura- o las amapolas. Ambas se encuentran en la pintura y la poesía de Japón desde el periodo Heian (794-1185) -momento cumbre de la cultura japonesa que también coincidió con el auge de los samuráis- hasta las amapolas pop de Takashi Murakami (1963), pasando por exquisitos biombos y lacas del periodo Edo (1603-1868). Las amapolas de la foto, tomada el pasado 30 de abril en un parque de Tokio, son de la especie subártica Papaver nudicaule, o amapola de Islandia, de colores que van del blanco al naranja.
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