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Alejandra Ramírez, nómada digital: “Mi vida en autocaravana son las dos caras de una moneda: libertad y responsabilidad”

Conocida como alejandra.travels en Instagram, donde acumula casi un millón de seguidores, vive desde 2020 en su ‘van’, ‘Mostaza’. Con ella recorre los parajes más recónditos de Australia mientras estudia un doctorado y comparte su experiencia en redes sociales

Alejandra Ramírez en su autocaravana, 'Mostaza', aparcada en Gold Coast (Australia).
Andrea Insa Marco

Alejandra Ramírez (Ibagué, Colombia, 34 años), con 69 países recorridos a sus espaldas, no necesita mucho. En realidad, con Mostaza, su autocaravana, tiene más que suficiente. Vive en ella desde 2020, y con su van viaja para descubrir los parajes más recónditos de Australia, país al que llegó con 17 años para estudiar inglés. Entre destinos, en los que puede detenerse meses, estudia un doctorado y muestra su experiencia viajera a sus 910.000 seguidores en Instagram. Conocida en redes sociales como @alejandra.travels, Ramírez comparte con su comunidad su día a día en Mostaza, sus recorridos por Australia y consejos de viaje para todas aquellas personas que, alguna vez, se hayan planteado lanzarse a un road trip. Su perfil de Instagram y el contenido que crea le valió el pasado mes de enero un premio IATI —galardones a excelencia en la comunicación digital de viajes— como mejor creador de contenido de viajes iberoamericano.

Con Mostaza aparcada temporalmente frente al mar en isla Canguro, al sur de la ciudad de Adelaida, la creadora de contenido y nómada digital se conecta por videollamada para compartir con EL PAÍS su particular estilo de vida a cuatro ruedas por el inmenso país oceánico que consiste, en líneas generales, en viajar lento y en aprovechar al máximo cada lugar.

Pregunta. En sus redes sociales, ¿cómo se presenta al mundo?

Respuesta. Siempre he dicho que soy una loca cuerda consciente y con propósito. Hago muchas locuras en mis viajes, pero todas tienen un objetivo y sé lo que hago. En cuanto a la carrera, soy nómada digital y creadora de contenido.

P. ¿Qué le llevó a embarcarse en un viaje continuo por Australia?

R. Tenía curiosidad de vida. Había terminado un máster y quería tomarme un año sabático para viajar. Pero llegó la pandemia y Australia se cerró durante dos años. Nadie entraba y nadie salía. Como sabía que no podía quedarme encerrada, dije: “Voy a estudiar algo que me permita viajar, aunque sea dentro de Australia”. Propuse un tema de doctorado [El nomadismo digital como el futuro de la industria creativa], en el que yo era (y soy) mi propio caso de estudio y comencé la aventura.

Alejandra Ramírez en uno de sus viajes en su autocaravana con el monte Cook (Nueva Zelada), al fondo.

P. ¿Fue difícil dar el paso de mudarse a su van?

R. Comprar a Mostaza, reacondicionarla y comenzar a rodar fue un giro de 180 grados muy complicado. Pero el resultado ha sido tener mi hogar. Ha sido la mejor decisión de mi vida porque cuando comencé a rodar, empecé a entender cómo funcionaba el mundo.

P. ¿Qué le aporta su estilo de vida nómada?

R. El lujo y el privilegio más grande de la sociedad es la paz mental. El atardecer, el amanecer, el canguro viniendo al lado, el pajarito poniéndose al otro lado, meterme en el mar... Para mí, vivir en Mostaza es poner los pies en la tierra, volver a mi esencia, a sentirme yo misma.

P. ¿Cómo es su vida en Mostaza?

R. Es fácil romantizar vivir y viajar en una van, las redes lo prestan y yo también lo hago porque me gusta hacerlo. Pero es una realidad marcada por la cantidad de decisiones que tienes que tomar constantemente. Desde que me levanto tengo que pensar a dónde voy, investigar el sitio, el tiempo que tardo en llegar, si tengo agua y electricidad suficientes, si es legal aparcar, si tengo internet y puedo trabajar. Mi vida ahora son las dos caras de una moneda: libertad y responsabilidad.

P. ¿Qué ha aprendido viviendo sobre cuatro ruedas?

R. Volver a valorar todo lo que damos por sentado y disfrutar de la vida minimalista. Puedo trabajar en mi computadora frente al mar o terminar una reunión e irme a caminar. Y al acabar el día vuelvo a Mostaza y tengo todo lo que necesito en ese espacio.

P. ¿Su lugar predilecto en Australia?

R. Uno de mis lugares favoritos, que no visita mucha gente, es la isla de Tasmania, al sur de Australia [11 horas y 30 minutos en ferri desde la ciudad de Geelong]. Apenas hay gente, es muy salvaje y puede recorrerse en caravana en una semana. Hay focas, leones marinos, picos de acantilados y montañas inexploradas para hacer hiking y acampadas. Una ruta interesante, de cuatro días y 48 kilómetros, es la de Three Capes Track, en la que recorres acantilados, uno detrás de otro. Otra opción es el sendero Overland Track, que es hermoso y dura ocho días.

P. De todos los lugares del país, ¿por qué ha escogido Tasmania?

R. Porque viajar allí es adentrarse into the wild [hacia lo salvaje]. Mi viaje de tres meses y medio por la isla fue muy introspectivo, apenas me encontré con gente y gracias a ello pude conectarme realmente con la naturaleza.

P. ¿Alguna otra ruta para conocer Australia?

R. Un recorrido muy interesante, y muy diferente a Tasmania, es uno por el norte del Estado de Queensland, de la ciudad de Townsville a Cairns (347 kilómetros de distancia). Es la zona más tropical del país y allí tienes barreras de corales, islas exóticas y buen clima. Es increíble. Puede recorrerse en una semana o, si se tiene tiempo, en dos y aprovechar para bucear, hacer esnórquel o rutas en barco.

P. ¿Cuánto tiempo planea quedarse en el país?

R. Seré nómada y viviré en Mostaza durante los próximos cinco años, más o menos. No me veo viviendo en Australia más tiempo. Necesito conocer más mundo y volver a mis raíces latinas. Aunque nunca me iré por siempre de aquí, este país siempre será mi hogar.

Alejandra Ramírez con su equipamiento de viaje en Port Douglas (Australia).

P. Más allá de Australia, ¿qué otros lugares ha recorrido?

R. Antes de Mostaza visité 51 países. Después, 69.

P. ¿Qué lugar le ha marcado más?

R. Se ha convertido en una costumbre para mí pasar la Navidad con otras culturas. Este año encontré a los Korowai, una comunidad indígena caníbal de Papúa Nueva Guinea, y decidí pasar con ellos dos semanas. Fue una experiencia muy loca y muy única porque son de las pocas tribus aborígenes que todavía tienen las tradiciones intactas. El tiempo que pasé con ellos me transformó espiritualmente porque cuando uno va con la mente abierta, aprende de todo.

P. ¿Es difícil para usted viajar sola?

R. La soledad es algo que ha estado en mi vida desde que me mudé a Australia con 17 años. Lo tengo normalizado. Y aunque nunca había pensado hacer un viaje sola, cuando empecé este proyecto hacerlo se volvió una parte esencial de mi vida. Necesito estar y viajar sola para sentirme bien conmigo misma.

P. ¿Cuál ha sido la experiencia más extrema que ha vivido?

R. Fue cuando crucé una parte del desierto del Sáhara en Mauritania. Iba a bordo del tren de carga más largo del mundo, que transporta hierro por 704 kilómetros y que tarda 24 horas en llegar de un punto a otro.

P. Si tuviera que definir su vida con una frase, ¿cuál sería?

R. Una vida de libertad absoluta, pero condicionada, que no es para todo el mundo.

P. ¿En qué consiste su contenido en redes sociales?

R. Es un diario de vida, de aventura y de vida en Mostaza. También me centro en las siete versiones de Ale porque no quiero que una sola cosa me defina. Siento que siempre van a intentar encasillarnos en algo y yo soy mucho más que una viajera.

P. ¿Por qué comenzó a crear contenido en Instagram?

R. Por el doctorado. Antes de empezar esta vida ya había viajado, pero sin mostrarle nada al mundo, solo por amor al arte. Cuando me aprobaron el tema me cree una cuenta en redes sociales para documentar mi investigación y surgió Ale la nómada.

P. ¿Al principio, qué era lo que más llamaba la atención de sus publicaciones en redes?

R. Primero que era una mujer que viajaba sola. Y segundo que hiciera un doctorado sobre nomadismo digital, porque en ese entonces no era algo muy conocido.

P. El pasado mes de enero se alzó con el premio IATI a mejor creador de contenido de viajes iberoamericano. ¿Cuál fue su reacción al enterarse? ¿Cómo se sintió?

R. Me puse a gritar cómo una loca de la emoción porque es un reconocimiento global y más para mí como colombiana en unos premios europeos. Me sentí muy emocionada.

  • ¿Cuánto tiempo tardó en reacondicionar su van? Tres meses y medio
  • ¿Cuál ha sido su viaje favorito? Las islas Raja Ampat, en Indonesia. Es como estar en una película de Avatar.
  • Lugar al que volvería. Bali (Indonesia). Es barato, lindo y está lleno de nómadas
  • ¿Cómo de grande es Mostaza? Dos metros de ancho por cuatro de largo
  • ¿Próximo destino? El oeste de Australia.
  • Imprescindibles en su mochila. Armario-cápsula, eSIM, botella de agua, trípode, cámara, dron, portátil y mis cristales para sentirme como en casa.

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Sobre la firma

Andrea Insa Marco
Redactora de la sección de Gente, Estilo de Vida y El Viajero. Graduada en Literatura general y comparada por la UCM y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. En Teruel, su ciudad natal, pasó por la editorial del Instituto de Estudios Turolenses y de la revista cultural Turia.
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