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Socialistas navarros: pactismo a diestra y siniestra

La presidenta Chivite saca las cuentas con Geroa Bai, Podemos y la abstención de Bildu, pero en Pamplona el PSN se opone a sus socios y apoya los de Navarra Suma

Pedro Gorospe
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, firma en el libro de oro del Gobierno de Navarra ante la presidenta foral María Chivite.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, firma en el libro de oro del Gobierno de Navarra ante la presidenta foral María Chivite.gobierno de navarra

La pasada fue una semana trepidante en la política navarra. El PSN-PSOE despejó el escenario presupuestario para 2021 en las instituciones en las que gobierna y en algunas en las que no. El miércoles, la presidenta foral, la socialista María Chivite, sacó adelante los segundos presupuestos de su mandato con el apoyo de sus socios de Geroa Bai y Podemos, y la abstención de EH Bildu. Lo hizo apenas 24 horas después de que los socialistas se enfrentaran a sus socios de izquierda en el Ayuntamiento de Pamplona al sumar sus votos a los de la coalición Navarra Suma (UPN, PP y Ciudadanos) para aprobar las primeras cuentas del alcalde, Enrique Maya, de la formación regionalista. “Tenemos muy claro que los ciudadanos quieren que apoyemos a los gobiernos en esta coyuntura”, defiende el secretario de organización de los socialistas navarros, Ramón Alzorriz.

La decisión de ocupar la centralidad política en la comunidad foral no está resultando cómoda de gestionar para el PSN. Los socialistas navegan entre las acusaciones de la derecha de blanquear a EH Bildu pactando con ellos los presupuestos autonómicos, y las de la izquierda abertzale, que los descalifican por “venderse” a la derecha en Pamplona. “Espero que lo que ha hecho el PSN en Pamplona no sea un cambio de rumbo”, criticó, tras el pleno parlamentario de presupuestos, la portavoz de Bildu, Bakartxo Ruiz. Fue la intervención más dura de la izquierda abertzale contra los socialistas desde que comenzó la legislatura navarra. “EH Bildu todavía tiene que hacer un recorrido ético hasta condenar el terrorismo para poder hablar de gobernabilidad. Y la derecha confunde lo institucional con lo estrictamente presupuestario, que es lo que tenemos con Bildu”, replica Alzorriz.

Tras las municipales de 2019, el PSN permitió —con votos a favor o abstenciones— gobiernos de Navarra Suma en Pamplona, Burlada, Barañain, Egues y Estella, aunque en este último municipio dos tránsfugas socialistas acabaron apoyando una moción de censura de Bildu. Ahora han permitido sacar adelante los presupuestos de la capital a cambio de unas enmiendas por valor de ocho millones de euros dentro de un total de 238. Unas cuentas emblemáticas para el alcalde, Enrique Maya, que, por vez primera en sus dos mandatos al frente del consistorio, tendrá un presupuesto propio. En su primera legislatura, de 2012 a 2015, gobernó con las cuentas prorrogadas de su compañera de UPN Yolanda Barcina. Desde su regreso a la alcaldía en 2019, se las tuvo que arreglar con las de su antecesor, Joseba Asiron, de EH Bildu.

Pese a todo, el portavoz de Navarra Suma en el Parlamento foral, Javier Esparza, no modera su discurso. “Chivite pasará a la historia por su traición a los navarros al pactar con Bildu”, dijo tras la aprobación de las cuentas autonómicas. “El discurso de Esparza no es leal. Sabe que mientras haya una presidenta socialista, no va a haber la república vasca que pide Bildu. Y mientras Chivite esté al frente del Gobierno, se defenderá la identidad navarra que define la Constitución”.

La apuesta del PSN por esos pactos diversos con el argumento de “ser útiles a los ciudadanos” también les ha llevado a apoyar los presupuestos de Bildu en Huarte y Ansoain. Los socialistas navarros esgrimen los datos del último Navarrómetro, el sondeo de opinión realizado por la Universidad Pública de Navarra. Más de 80% de la ciudadanía defendió que la oposición tiene que favorecer, en esta época tan excepcional, los presupuestos de los gobiernos, independientemente de su color político. El Navarrómetro también puso de manifiesto que los bloques se mantienen intactos en el Parlamento, 18 meses después de la toma de posesión de Chivite. La coalición de derecha sumaría los mismos 20 escaños, y la de izquierdas mantendría sus 22, con ligeras variaciones internas. El único partido que subiría un escaño sería el PSN.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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