Derrapes, chispas y maniobras temerarias en una quedada ilegal con 200 coches y 600 personas en La Rioja

Una gran quedada en el polígono industrial La Senda, en Alfaro (La Rioja, 9.823 habitantes), a la que acudieron cerca de 200 automóviles y 600 personas y en la que saltaban las chipas, se escuchaban los derrapes y se sucedían las maniobras peligrosas, ha terminado con cinco hombres investigados por su conducción temeraria y el organizador denunciado por causar tal desorden en la vía pública. La Guardia Civil está investigando esta multitudinaria y peligrosa concentración ocurrida el pasado febrero en este municipio de La Rioja Baja, que linda con Navarra y que, por momentos, se retransmitió en directo.

Los conductores investigados, de entre 19 y 40 años, son de Navarra, La Rioja y Álava, ha informado este jueves la Guardia Civil. “Son personas que frecuentan este tipo de encuentros y algunos de ellos ya habían sido denunciados por infracciones contra la seguridad vial”, señalan fuentes conocedoras de la investigación.

En las grabaciones se aprecian numerosas maniobras imprudentes y temerarias, como un hombre sacando parte de su cuerpo fuera de un coche en marcha, sin ningún tipo de sujeción, con el peligro de salir despedido y caer a la vía. Los conductores cortaron y obstaculizaron la carretera del polígono que les sirvió de circuito improvisado.

Con los derrapes, las llantas metálicas rozaban contra el asfalto y saltaban chispas. Un vídeo difundido por la Guardia Civil muestra cómo los vehículos circulan a gran velocidad, cruzándose unos con otros en la misma trayectoria y pasando cerca de las personas que se encuentran en la zona. Realizan maniobras conocidas en el argot de los aficionados como drifting (que consiste en utilizar el sobreviraje para que el vehículo se desplace lateralmente en las curvas) o donuts (que implica girar un eje de ruedas del vehículo ―generalmente el trasero― creando un círculo). En otros momentos se aprecian derrapes a escasos centímetros de los peatones que obligan a varias personas a apartarse rápidamente para no ser atropelladas.

Entre la colección de comportamientos peligrosos también se ve a varias personas sujetando un vehículo para impedir su avance, mientras el conductor acelera bruscamente, poniendo en grave peligro tanto a quiénes les observan como a los vehículos que circulan por la misma vía.

Los implicados, que ya han sido puestos a disposición judicial, se enfrentan a penas de prisión que van desde los seis meses a cinco años, multas de seis a 12 meses y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores desde un año y hasta 10. El organizador de la concentración ilegal ha sido denunciado a la Delegación del Gobierno por infracción grave a la Ley de protección de la seguridad ciudadana, por generar desórdenes en la vía pública, al cortar y obstaculizar una vía de comunicación con vehículos, “causando una alteración grave de la seguridad ciudadana”. Los hechos han sido investigados por agentes del GIAT (Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico) de la Guardia Civil, que detectaron varios vídeos en dos conocidas redes sociales de la concentración ilegal.