PSC y PP se desmarcan de la alianza constitucionalista a tres que alienta Ciudadanos
Los socialistas se oponen a la política de bloques y los populares solo sopesan si van o no en coalición con la formación naranja
Ciudadanos decidió el miércoles relegar a la diputada Lorena Roldán como candidata a las elecciones autonómicas en Cataluña y apostar por Carlos Carrizosa como cabeza de lista. El actual jefe de la oposición alienta desde hace meses una alianza constitucionalista con el PSC y el PP para derrotar al independentismo. Pero la propuesta difícilmente prosperará: los socialistas consideran que esa idea encarna la política de bloques que intentan evitar, dicen, desde hace una década, y los populares solo sopesan si pueden ir o no en coalición con Cs.
En un extenso comunicado, la dirección justificó la destitución de Roldán para allanar el camino a esa alianza. De hecho, Carrizosa agradeció este jueves en la Red a la también senadora que hubiera dado un paso atrás para favorecer, dijo, “una coalición constitucionalista en Cataluña”. “Vamos a darlo todo para sumar fuerzas frente al nacionalismo excluyente”, dijo. Roldán, que ha acatado el relevo afirmando que es una decisión “meditada y conjunta”, defendió que esa mayoría ya existe. “Solo hay que unirla”, agregó. “Ahora, la pelota está en el tejado del PSC y PP. Cuentas [dirigiéndose a Carrizosa] con todo mi apoyo para lograrlo”, afirmó. Su teoría es que no suman por culpa de la Ley Electoral, la misma que rige en toda España, porque asegura que beneficia al independentismo.
Carrizosa sostiene desde hace meses que la única fórmula de derrotar a los secesionistas, que rozan o superan en las encuestas la mayoría absoluta de escaños, es fraguar esa alianza a tres inspirándose en el pacto que en su día socialistas y populares firmaron en el País Vasco. La idea, sin embargo, difícilmente prosperará.
Ferran Pedret, diputado del PSC y miembro de la dirección, la rechazó este jueves de plano. “No compartimos de ninguna manera la política de bloques. Es más: llevamos una década intentando evitarla”, afirmó el parlamentario, achacando la insistencia de Ciudadanos a optar por esa vía a un “bálsamo para evitar su declive electoral”. El socialista, al que no le sorprendió en exceso la destitución de Roldán —”Hace meses que se veía que Carrizosa llevaba cada vez más las riendas”— afirmó que el plan no tiene más recorrido que el de ser una declaración retórica electoral. “Saben que es imposible”, afirmó aludiendo además a la opción progresista que representan.
El PP solo se plantea la posibilidad de cerrar una alianza electoral con Ciudadanos pero no con los socialistas, afirman fuentes del partido, porque entienden que sería una medida incomprensible para sus respectivos electores. Los populares subrayan que las elecciones no tienen esta vez aroma de plebiscito, y atribuyen la fórmula que abandera Ciudadanos a su deseo de dar una idea de centralidad en el constitucionalismo. De momento, el PP no ha tomado una decisión y maneja tres escenarios: sellar una coalición completa —es la opción más remota—; formar esa candidatura conjunta solo en algunas provincias pero no en la de Barcelona —se evitaría además la pugna sobre quién es el candidato— o ir por separado. El PP está realizando una encuesta entre su potencial electorado para saber su opinión sobre ese eventual pacto.
“Solo lo haremos si sumamos”, afirmó el lunes Alejandro Fernández, en la cadena SER. La cuestión es que el experimento realizado en el País Vasco con la coalición del PP y Ciudadanos no ha tenido precisamente un final feliz para los populares, que pasaron de tener nueve escaños a cinco. Por eso quieren valorar si les es rentable emular el modelo que hace 20 años aplicaron el PSC e Iniciativa, que fueron por separado en Barcelona y juntas en Tarragona, Lleida y Girona. El PP se plantearía formar el tándem especialmente en estas dos últimas provincias, donde tienen enormes dificultades para lograr buenos resultados. De hecho, en este mandato solo tienen tres escaños por Barcelona y uno por Tarragona. Las negociaciones entre populares y Ciudadanos, en cualquier caso, ni siquiera han empezado.
Sea cual sea el desenlace, Ciudadanos ha intentado agitar el tablero electoral con la designación de Carrizosa, aunque haya sido a costa de ignorar las primarias. Los sondeos les pronostican que Ciudadanos, que tocó fondo en las elecciones generales de noviembre, en el mejor de los casos pueden perder la mitad de sus escaños. Queda la duda de si Roldán, que seguirá siendo portavoz adjunta del partido, concurrirá en las elecciones como diputada por Tarragona o si será la número dos por Barcelona.
Críticas por revocar las primarias
Con su apuesta por Carlos Carrizosa, Ciudadanos ha ignorado el resultado de las primarias que ganó Lorena Roldán, amparándose en que los estatutos recogen que pueden tomarse medidas de ese tipo en momentos excepcionales. La decisión ha sido cuestionada por parte de la militancia. “Vaya, no sabía yo que el resultado de las primarias de Ciudadanos podían revocarse. Decididamente, este mes de agosto los partidos políticos no descansan”, afirmó con ironía en Twitter Xavier Pericay, fundador de Cs que se dio de baja.
María Valle, diputada en el Parlament, apuntó: “Hoy me ha venido a la mente una frase que me decía mi padre cuando hablábamos de política y valores como la libertad o la democracia: ‘Quien no predica con el ejemplo deja de tener credibilidad”. Otros miembros del partido han sido críticos porque entienden, por un lado, que se desacreditan así las primarias y, por otro, que la forma de potenciar una candidatura conjunta sería buscando un cabeza de lista de consenso y no con un recambio interno.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.