El Ayuntamiento de Barcelona divide Fabra i Coats

Cuando en enero de 2019 el Ayuntamiento anunció que convocaba un concurso para cubrir, con una sola persona, la dirección del Centro de Arte Contemporáneo y la de la Fábrica de Creación vinculados a la Fabra i Coats, llovieron las críticas y las reacciones negativas en el sector del arte que consideraba que este “dos en uno” no llevaría a buen puerto por ser dos equipamientos de características diferentes. También denunció que, al ser un cargo directivo del Ayuntamiento, el nuevo responsable sería escogido por otros cargos de esta institución, como así fue. El área de Cultura de Joan Subirats hizo caso omiso y tiró adelante con el concurso y su mano derecha y asesor de la presidencia en el Icub, Dani Granados, aseguró que de esa forma “los dos equipamientos se retroalimentarían de forma recíproca y rediseñarían el ecosistema del arte contemporáneo barcelonés”. Tras presentarse 23 candidatos se impuso, en abril de 2019, Joana Hurtado, hasta ese momento responsable del programa de artes visuales del Centro Cívico Can Felipa de Poblenou.

Pero ahora el Icub se echa para atrás y da la razón a los que criticaron la medida separando fábrica y centro de arte y dejando a Hurtado al frente solo del segundo mientras que preparan, según Granados, la convocatoria de un nuevo concurso para dirigir la fábrica de creación.

Es lo que trascendió este viernes durante la inauguración de dos nuevas exposiciones en este enorme centro surgido de la revalorización de una de las industrias textiles más importantes de España. Estuvieron presentes Hurtado y Granados, además de los comisarios de las dos muestras y alguno de los artistas. En ese momento, y solo a preguntas de los periodistas, Granados dijo que “el proyecto continúa intacto, pero se ha hecho una reconfiguración de funciones para dar respuesta decidida a reforzar las artes visuales. Joana es la directora del centro de arte y, de alguna manera, intentaremos dar respuesta al contexto que tenemos, mancomunando estrategias y reforzando la relación del centro con las artes visuales, así como una manera de economizar recursos”.

Según Granados, que insistió en que el perfil de Hurtado es el más adecuado para la labor centrada en el centro de arte, “no se ha liquidado el concurso. La hipótesis de integrar los programas continúa vigente, pero con una nueva dirección de la fábrica”, continuó. “Carles Sala [un histórico del Icub que estuvo precisamente en el jurado que escogió a Hurtado] será la persona que llevará la coordinación entre centro y fábrica”.

Hurtado, que reconoció que “era una decisión del Icub que yo no tengo nada más que aceptar” está a la espera de firmar la rescisión de su contrato de cinco años (cuatro más uno) fruto del concurso que había ganado hace menos de un año para pasar a tener “un contrato de dos años más uno prorrogable”, como ella misma explicó. “La vía administrativa que hemos encontrado es un contrato, pero no es una externalización, es un contrato que da continuidad a este concurso que es una de las puntas de lanza de la estrategia de la ciudad en sus políticas artísticas”, prosiguió Granados.

Será un contrato artístico como el que tiene el director de la Virreina, Valentín Roma, que acorta a más de la mitad la vinculación de Hurtado con el centro cultural que estipulaba el concurso en el que participó y ganó. Hurtado no dudó en clasificar lo que había ocurrido como de buenas prácticas “relativas”, pero reconoció que “el lado positivo es el compromiso de un refuerzo de los recursos y del personal necesario para el Centro de Arte”.