Uno de los expertos encargados de diseñar el nuevo modelo de financiación catalán: “Aquí no hay un cupo vasco”

El diseño de un nuevo modelo de financiación para Cataluña es foco de dimes y diretes, a cuenta de qué cuotas de autonomía fiscal puede asumir la Generalitat sin poner en jaque la estabilidad de las cuentas del Estado. Joan Ramon Rovira, uno de los economistas que integra el grupo de expertos nombrado por la Generalitat para poner las bases del nuevo esquema, afirma que el cambio de modelo repara el actual “desequilibrio” sin propiciar para Cataluña un trato que le permita compararse con el País Vasco o Navarra. “Aquí no hay un cupo vasco”, ha subrayado Rovira este sábado, en un foro de economistas organizado en S’Agaró (Girona), donde se ha abordado qué efectos puede tener el pacto cerrado entre el PSC y ERC. El economista Ángel de la Fuente ha replicado que “los daños colaterales pueden ser enormes” y ha advertido que “se abre la puerta a un concierto porque el Estado deja de recaudar impuestos en una zona de su territorio y pierde capacidad”.

Durante su intervención, Joan Ramon Rovira, jefe del gabinete de Estudios Económicos y de Infraestructuras de la Cámara de Comercio de Barcelona, ha defendido que el nuevo modelo catalán “es una apuesta clarísima por la responsabilidad fiscal”. Ha manifestado que depositar en la Generalitat la competencia para recaudar todos los impuestos en Cataluña tendrá un efecto positivo para las cuentas autonómicas, a la par que incrementará también los recursos que llegan a las cuentas de la Administración del Estado: “Si hay más recaudación nos va bien a los dos”. La conferencia, moderada por Valentí Pich, presidente del Consejo General de Economistas, contaba con cuatro ponentes (Francisco Pérez y Antonia Agulló), pero el protagonismo lo ha copado el tira y afloja entre Rovira y De la Fuente, director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA): “Vamos todos en el mismo barco, si nos ponemos a desguazarlo, el lío puede ser bastante grande”, ha manifestado este, tras la esperada intervención de Rovira.

Hace un mes, el Govern de la Generalitat anunció que activaba un equipo de expertos para diseñar un nuevo modelo de financiación para Cataluña. Es un asunto crucial, toda vez que fue determinante para desbloquear la investidura de Salvador Illa. La consejera de Economía y Finanzas, Alícia Romero, ha puesto al economista Martí Carnicer al frente de la mesa de trabajo. Carnicer, de 73 años, fue alcalde de El Vendrell (Tarragona) durante más de veinte años y entre 2003 y 2010 fue secretario general de Economía, en la consejería que comandaba Antoni Castells y que se encargó de negociar el sistema de financiación que está vigente desde 2009, y pendiente de revisión desde 2014.

Joan Ramon Rovira integra el grupo técnico para trabajar en el nuevo modelo de financiación. En el acuerdo entre el PSC y Esquerra Republicana se recoge el compromiso de que ese sistema de financiación permita a Cataluña “avanzar hacia la plena soberanía fiscal”. Entre los expertos a los que la Generalitat ha recurrido los hay también de fuera de Cataluña en un intento de buscar apoyos en otras comunidades.

Los detalles sobre la evolución del nuevo modelo de financiación se dan en cuentagotas. Las manifestaciones de Rovira se han producido durante el cierre del Encuentro de Economía que anualmente se celebra en S’Agaró, en la Costa Brava, un foro que reúne a diversos ejecutivos del sector empresarial y económico y que sirve para radiografiar intereses e inquietudes relacionados con la energía, la banca, la educación y las tecnologías. La edición de este año se ha centrado en descifrar cómo se puede crecer en sostenibilidad. En la inauguración, el viernes, estuvieron presentes el president de la Generalitat, Salvador Illa, y el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos.

El pacto entre el PSC y Esquerra Republicana sobre el nuevo modelo de financiación catalán es una patata caliente (ambas partes reconocen que se trata de un asunto “complejo”) con capacidad para condicionar la legislatura en Cataluña y para generar una onda expansiva que impacte en la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez. El PP se ha cebado en los ataques al PSOE por aceptar un nuevo trato financiero para Cataluña. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha defendido públicamente el pacto: “Se pone negro sobre blanco que debe existir solidaridad territorial”, manifestó en el Senado, dirigiéndose a quienes denuncian que generará un agravio comparativo entre comunidades. Montero aprovechó para acusar al PP de “populismo fiscal” y “deslealtad institucional”.