Barcelona destina 7,7 millones de euros a renovar las fuentes dañadas por la sequía
Estas instalaciones, como la Font Màgica de Montjüic, no funcionan desde noviembre de 2022 a causa de la falta de lluvias
El Ayuntamiento de Barcelona ha invertido 7,7 millones de euros en el mantenimiento, mejora y renovación de las fuentes ornamentales de la ciudad, tanto para actuaciones en fuentes dañadas durante las restricciones por sequía como otras obras de mejora, según informó ayer el Consistorio en un comunicado. La Fuente Mágica de Montjüic, una de las más representativas de la ciudad, lleva desde noviembre de 2022 sin poder funcionar a causa de la falta de lluvias.
El primer grupo de actuaciones que el Ayuntamiento tiene previsto llevar a cabo, con una inversión de 1,1 millones, irá destinado al mantenimiento y preparación de las fuentes, con actuaciones de impermeabilización de los vasos y reposición de elementos deteriorados durante el periodo de sequía, ya que desde hace dos años y un mes las fuentes están sin agua.
El Pla de Manteniment Integral (PMI), en el marco del Pla Endreça, prevé también diferentes actuaciones de rehabilitación y mejora de las fuentes ornamentales, y actuará en 78 fuentes con un presupuesto de 6,6 millones de euros.
Una de las infraestructuras en las que el Ayuntamiento destinará esfuerzos es la Font Màgica de Montjüic, emblema de la ciudad situado en la Avenida Maria Cristina. La renovación del control, el alumbrado y el sonido de esta fuente, un proyecto que se llevará a cabo 30 años después de la última actualización, dotará la fuente de tecnología avanzada con criterios de sostenibilidad. Solo para este proyecto hay un presupuesto de 3 millones de euros.
Además, se destinarán 2,5 millones a mejorar el uso del agua de las fuentes de beber que hay en la ciudad, para lo que se llevarán a cabo 169 intervenciones previstas para la segregación de los contadores de las fuentes, que ahora lo comparten con sistemas de riego en los parques.
El Ayuntamiento ya aprobó volver a regar los jardines de sus parques a finales de junio de este año, después de 14 meses en los que, por la declaración de la fase de excepcionalidad por parte de la Generalitat, solo se permitía el riego de supervivencia de los árboles.
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