Los CAP de Cataluña incorporarán la IA para transcribir conversaciones entre pacientes y sanitarios
La medida se encuentra entre las 10 líneas de acción para reformar el sistema de salud y desburocratizar las consultas
El sistema sanitario de Cataluña inicia un proceso de reestructuración para facilitar la accesibilidad y simplificar la tareas a los profesionales. Todos los centros de atención primaria (CAP) de Cataluña emplearán la inteligencia artificial para transcribir los diálogos de los médicos y las enfermeras con sus pacientes a través de un sistema de reconocimiento de voz. “Ya lo estamos probando en algunos centros y sabemos que funciona”, ha asegurado este jueves Manel del Castillo, presidente del Comité de Evaluación, Innovación, Reforma Operativa y Sostenibilidad del Sistema de Salud (Cairos), el grupo de expertos que lideran la transformación del sistema desde su creación hace dos meses.
La medida es una las 10 líneas de acción y de las 25 acciones que la consejera de Salut, Olga Pané Mena, ha anunciado este jueves que pondrá en marcha para iniciar definitivamente una transformación del sistema que los profesionales anhelan desde hace años, especialmente tras la pandemia. Las acciones se empezarán a aplicar gradualmente a partir de febrero de 2025, pero la falta de Presupuestos por la dificultad del PSC para alcanzar acuerdos con Esquerra y Comuns en el Parlament, limita su ejecución.
Tras un trienio en que los gobiernos han multiplicado los recursos económicos y logísticos en la materia sanitaria tras la pandemia, los profesionales admiten que actualmente el sistema necesita cambios estructurales más allá de seguir aumentando el presupuesto. “Con más recursos no hay suficiente, necesitamos una forma diferente de trabajar”, ha destacado Pané durante la presentación. La responsable ha señalado que el 32% de los usuarios tienen una mutua privada y que esta huida de pacientes “pone en peligro la sostenibilidad del sistema público”. Entre las medidas para agilizar el sistema, el comité propone incorporar un asistente clínico por cada médico y enfermera que trabaje junto a los dos sanitarios. El objetivo es que los profesionales puedan dedicar todo su tiempo a los pacientes y así desburocratizar su trabajo; una de las grandes reclamaciones del sector.
Hace tiempo que algunos CAP trabajan con equipos conocidos como UBA 3 (el acrónimo de Unidad Básica Asistencial), un trío de profesionales sanitarios formado por un médico, una enfermera y un administrativo que trabajan siempre juntos. La idea es segmentar los roles de cada uno para que las consultas ofrezcan valor asistencial y no asuman aquella carga burocrática que los médicos consideran asfixiante. “Con el asistente clínico podremos hacer más tareas de valor añadido”, señala Jaume Sellarès vicepresidente del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona. “El sistema sanitario está actualmente super burocratizado. Si delegamos la parte administrativa, ganaremos tiempo”, completa. El reto es delimitar bien las tareas de cada profesional, que en algunos casos puede considerar que algunas atribuciones han cambiado. “En algunos casos se han impuesto unas competencias profesionales que un trabajador considera que no le corresponden; por lo que es importante delimitar qué debe hacer cada perfil”, avisa Jordi Mestres, vocal de la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària (Camfic). El modelo de la UBA 3es el que ahora Cairós quiere extender a toda Primaria.
Los expertos proponen transformar 10 CAP catalanes en Centros de Salut Integrals de Referència (CSIR) que incluyan servicios sociales. El objetivo de la reforma será “unificar las necesidades sociales y sanitarias” del paciente, según ha explicado Del Castillo. El nuevo sistema será una prueba piloto a la que se podrán someter los CAP voluntariamente. Todavía está por determinar qué centros se incorporarán a esta iniciativa y tampoco hay una fecha exacta de su implementación.
Un elemento central de los CSIR será que el sueldo de los profesionales estará “ligado al número de pacientes y su complejidad”, según Del Castillo, tal y como avanzó EL PAÍS hace dos semanas. El presidente de Cairos ha clarificado que el objetivo de la reforma no es privatizar, sino “reorganizar” los recursos para que los profesionales con mejores valoraciones de sus pacientes tengan un reconocimiento por su trabajo.
El nuevo sistema está pensado para facilitar el acceso a los recursos sociales para los pacientes con una discapacidad. Del Castillo ha puesto el ejemplo de un usuario a quien han operado de la cadera pero no tiene ayuda en su casa y necesita atención domiciliaria. “Si tiene una movilización rápida de este recurso recibirá antes el alta hospitalaria”, ha explicado.
Otro de los puntos para modernizar el sistema de salud es un programa de detección precoz en los trastornos del neurodesarrollo infantil como el autismo. La prueba piloto se implementaría a través de los pediatras, aunque todavía está por determinar cómo se instaurará. La iniciativa empezará el segundo trimestre de 2025, aunque el miembro de Cairos ha anunciado que “se desplegarán de forma paulatina”.
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