Illa confía en que la nueva etapa en Cataluña deje atrás “el sufrimiento” y no descarta reunirse con Puigdemont
“Urgencia, ninguna; pero no nos levantaremos de ninguna mesa”, ha dicho sobre la negociación de los presupuestos el presidente de la Generalitat
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha expresado su deseo este lunes de que la nueva etapa que se ha consolidado en Cataluña deje atrás el “sufrimiento” derivado de los años del procés al tiempo que no ha descartado reunirse con el expresident Carles Puigdemont. “Ya dije que me gustaría que estas Navidades todo el mundo estuviera en casa (...) Yo no descarto nada”, ha dicho cuando se le ha preguntado sobre una posible reunión con el expresident en Bruselas. “En el momento que decida reunirme, si decido hacerlo, daré los detalles. Y máximo respeto como responsable del segundo grupo parlamentario”, ha afirmado Illa en rueda de prensa en el Palau de la Generalitat tras la última reunión del Consell Executiu de este año. A la misma hora, Pedro Sánchez dejaba la puerta abierta a una reunión con Puigdemont antes de ser amnistiado.
En una comparecencia en la que ha hecho balance de sus primeros cuatro meses de mandato, Illa ha recordado que el Congreso aprobó la ley de amnistía, con el apoyo de los 19 diputados del PSC, y ha reclamado que la judicatura respete también las decisiones del poder legislativo como éste lo hace con las suyas. “Tarradellas ya dijo que Cataluña es suficientemente grande para que quepa todo el mundo y demasiado pequeña como para que sobre nadie. Es pertinente repetir esa frase hoy. La he dicho bastantes veces. Conviene que la interioricemos todos”, ha recordado parafraseando al expresident, uno de sus referentes políticos. “Me gustaría que Puigdemont estuviera aquí y disfrutara de lo que votaron mis diputados: abrir una nueva etapa y acabar con el sufrimiento de un lado y otro”.
La estrategia de Illa pasa por, dice, devolver la normalidad a Cataluña y ha subrayado que ha habido “mucho sufrimiento” y que lo ha visto en diferentes lugares y personas de diferente procedencia, estatus y opción política. El president ha realizado esa reflexión cuando se le ha preguntado por la queja de profesores de un instituto de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) que en TV3 dijeron haberse sentirse abandonados por la Administración tras ser acusados de un delito de odio y contra la integridad moral durante el procés. La causa fue archivada. “No quiere decir que nadie deba renunciar a sus ideas. No lo he pedido nunca. Pero dejemos atrás episodios que no han sido buenos y que han generado sufrimiento, malestar y frustración. Estoy al lado de todo el mundo que haya pasado por esos episodios”, ha afirmado. “Y como Govern intentamos crear las condiciones para superarlos”.
El Consell Executiu, celebrado de forma extraordinaria este lunes, ha aprobado el plan de Govern del mandato y el plan normativo de 2025 en el que prevé cumplir el 40% de los acuerdos legislativos pactados con ERC y los comunes en los pactos de investidura. “Es un instrumento para alcanzar la prosperidad compartida con recursos y colaboración”, ha afirmado apuntando que en estos primeros cinco meses de mandato se ha “asentado” el cambio de etapa en Cataluña y que ha ido “mejor de lo que esperaba”.
La convulsa situación de ERC ha demorado la negociación de las cuentas hasta este 2025, pero Illa ha aclarado que esa situación no es “urgente” y que no le “quita el sueño”. “Urgencia, ninguna; pero no nos levantaremos de ninguna mesa. Somos conscientes de la realidad parlamentaria, pero espero que los otros grupos lo sean también de la suya”, ha afirmado en referencia a que aunque el Govern esté en minoría el grupo socialista sigue siendo el mayoritario. En ese sentido, ha hecho un llamamiento a todas las fuerzas. “Nosotros estaremos a la altura”, ha señalado. El Govern espera avanzar este enero en Rodalies y en que se produzca un gran consenso en torno a la ampliación del aeropuerto.
El objetivo de Illa es aplicar el concepto de “solidaridad compartida” tanto social como territorialmente en Cataluña que se contrapone, ha dicho, a la idea de la “deslealtad fiscal” que atribuye a otras comunidades en alusión, sin citarla esta vez, a la de Madrid. “Estamos en las antípodas”, ha afirmado. Y ha puesto como ejemplo la eliminación de la excepcionalidad fiscal del complejo del Hard Rock, en Tarragona, a cuyos promotores ha transmitid esa supresión. Su deseo es que haya presupuestos tanto en España como en Cataluña y ha lanzado una advertencia sobre los acercamientos entre Junts y el PP en el Congreso. “Cataluña decidió que quería un presidente progresista en España. Y todo lo que sea apartarse de eso genera inestabilidad. Junts tiene que decidir si está con Cataluña o con el PP y Vox”. El socialista ha concluido que este 2025 es el “año de las oportunidades. Nuestra revolución es la del buen Gobierno”. El Consell Executiu ha cerrado el año con dos medidas claves: derogar el régimen sancionador contra los Ayuntamientos que incumplen el plan de sequía y que el gasto devengado sanitario crezca un 3,2 % en 2025.
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