Albert Batlle: “Podemos tener una Barcelona videovigilada sin ser un Gran Hermano”
El teniente de alcalde de seguridad de Barcelona se marca como objetivo reducir la multirreincidencia y acabar con las asociaciones cannábicas y el incivismo

Albert Batlle (72 años) regresó al Ayuntamiento de Barcelona en 2019 tras unos años en la Generalitat. Fue nombrado teniente de alcalde de seguridad y, desde 2023, a sus competencias sobre Guardia Urbana y Bomberos ha añadido la concejalía de Ciutat Vella. El veterano político se ha marcado como objetivo encarcelar a los ladrones multirreincidentes, acabar con los clubs cannábicos y castigar el incivismo en la capital catalana.
Pregunta. El año 2024 se registraron un 4,7% menos de delitos pero la inseguridad sigue siendo, según el barómetro municipal, el problema principal. ¿Cuándo se verá una mejora?
Respuesta. Tenemos el problema de los hurtos y la multirreincidencia. Estamos reforzando policías y coordinación, se ha modificado el Código Penal, se reforzarán los juzgados… Esperamos que todo ello ayude a mejorar la percepción.
P. Pero tienen identificados 452 ladrones multirreincidentes a los que se les atribuye 9.114 delitos y han sido detenidos 3.598 veces. ¿Cómo se aborda este fenómeno?
R. Con la modificación del Código Penal del año 2022 ahora comienzan a entrar en prisión los multirreincidentes. La judicatura y la fiscalía son conscientes de la necesidad de un refuerzo ante este tipo de delitos.
P. ¿Hay un cambio?
R. Antes había parlamentarios que consideraban un tabú las modificaciones legislativas. No hay que cambiar el Código Penal continuamente pero hay que modificar lo necesario. La desaparición de las faltas y, después, el eufemismo del delito leve fueron un desastre y provocó que mucha gente acumulara delitos y nunca fueran juzgados. Cuando llevaba dos días como teniente de alcalde hablé con unos urbanos que acababan de detener a un individuo que les dijo: “Vayan rápidos que tengo que volver para robar”.
P. ¿Con los cambios que describe cuándo cree que entrará en prisión un parte significativa de estos 452 ladrones más activos?
R. Debería ser rápido. Ahora estamos haciendo una prueba piloto. Un abogado del Ayuntamiento se presenta en los juzgados de guardia para intentar que, cuando pasen a disposición judicial, entren en prisión preventiva.
P. ¿El problema de inseguridad está agravado con la saturación de los juzgados?
R. Hay gente que vive del delito. Deberíamos endurecer las penas contra los receptadores, los que compran los objetos robados. Y también hay nuevos fenómenos. Por ejemplo, unido a la pequeña drogadicción ha vuelto el robo en el interior de vehículos. Rompen el cristal de los coches para robar unas gafas de sol y comprarse la dosis de droga diaria.
P. Usted entró al gobierno municipal en el segundo mandato de Colau. Empezó luchando contra los bicitaxis y el top manta.
R. Los bicitaxis han desaparecido. Cuando entre en 2019 había 900 manteros en Barcelona y ahora es una actividad residual que hay que seguir combatiendo.
P. Sus políticas de seguridad eran muy diferentes a la de Colau pero compartían coalición. ¿Cómo fue?
R. Tuve un relación cordial con la alcaldesa pero con el top manta tuve muchas broncas. El sindicato de manteros me pidió una entrevista y me negué. Hay un problema social pero el top manta es una ocupación del espacio público que genera inseguridad y que, además, es delictiva. Se tienen que ir.
P. El top manta no fue el único problema con los Comunes.
R. Efectivamente, por ejemplo ellos tienen la alergia a la videovigilancia. Son perjuicios instalados en determinados sectores de la izquierda ¿Por qué no podemos tener una ciudad videovigilada en condiciones? Se puede sin tener un Gran Hermano con una cámara en cada esquina. Fue muy difícil convencerles y ahora estamos intentando revertir la situación siendo conscientes que el tema de videovigilancia debe hacerse, aunque con pleno respeto de la ley.

P. También le han acusado de perseguir a los más desfavorecidos con sus políticas de seguridad.
R. Desde los Comunes se me hace está crítica. Yo defiendo que las políticas de seguridad son políticas sociales. Además, el colectivo de servidores públicos que más interacciona con los vulnerables es la policía. Están en la calle las 24 horas, acompañan a los vulnerables a la solución de pequeños problemas… No perseguimos, como dicen, a los pobres.
P. ¿Cómo se puede desalojar asentamientos o edificios garantizando los derechos de personas vulnerables?
R. No puede ser que las políticas del espacio público las marque un sindicato de vivienda. Hay veces que los antisistema y los delincuentes utilizan la población vulnerable como escudos humanos. En Sant Gervasi, por ejemplo, se ha frustrado una desocupación hasta cuatro veces. Es en un edificio que se quedó a medio construir y fue ocupado por familias vulnerables con menores. Estos niños corren por espacios donde hay agujeros de ascensor, no hay barandillas… Esta gente hay que atenderla pero se les ha de sacar de allí. No puede ser que cuando vayas a desalojar salga el sindicato de la vivienda y ponga un escudo humano. Si un niño se mata en un agujero de ascensor ¿Quién es el responsable?
P. Barcelona es víctima de la insolidaridad de los municipios de alrededor que carecen de políticas contra el sinhogarismo.
R. Hemos pedido que al departamento de Derechos Sociales de la Generalitat que pilote una coordinación del conjunto de municipios en referencia a la convivencia del espacio público que hacen las personas sin hogar.
P. ¿Cuáles son sus prioridades para Ciutat Vella?
R. Ciutat Vella necesita una intervención integral. Necesita intervenciones que también pasa por una mejora de la convivencia en el espacio público.
P. Usted quería una ordenanza que castigara con más fuerza el incivismo.
R. Estamos haciendo una nueva ordenanza de civismo no solo para sancionar. Hay algunos que quieren impunidad absoluta al incivismo.
P. ¿Ser incívico sale barato?
R. Las sanciones no pueden ser superiores a lo que marca la ley orgánica. Estamos en el límite de las sanciones. Las graves son de 600 euros y otras, superiores, como pintar patrimonio, que es sanción penal.
P. La guerra contra los narcopisos avanza pero no acaba.
R. Los delincuentes de los narcopisos solían ocupar y después utilizaban el piso para vender droga. Se han reinventado y ahora alquilan pisos y venden droga dentro. Los tenemos identificados. Aquí funciona bien la colaboración de Mossos y Guardia Urbana.
P. ¿Se está consiguiendo el objetivo de acabar con los clubs cannábicos?
R. Los clubs cannábicos no tienen espacio en Barcelona y no hay diálogo posible con ellos. Es una actividad que no queremos en la ciudad.
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