El imán desahuciado, el alcalde de Salt y la Generalitat llaman a la calma tras dos noches de disturbios
El delegado de Interior en Girona anuncia más policía para evitar nuevos altercados


Tras dos noches de disturbios en las calles de Salt (Girona), el alcalde de la localidad Jordi Viñas, el delegado de Interior en Girona, Eduard Adrobau, y el imán de la comunidad subsahariana, Kalikou Diawara, han hecho un llamamiento a la calma este miércoles después de que la pasada noche más de un centenar de encapuchados lanzaran objetos contra la policía. Todos ellos han querido desvincular los disturbios del desalojo sufrido por la familia del imán, cuando el lunes intentó volver al piso del que él y su familia habían sido desalojados el pasado viernes sin ningún incidente. Los Mossos d’Esquadra realizaron anoche seis detenciones –tres menores-, por los delitos de atentado a la autoridad y desórdenes públicos. Adrobau, que ha calificado los hechos de “puntuales”, ha avanzado que esta noche y las siguientes se incrementará el patrullaje.
Salt es uno de los municipios más pobres de Cataluña. Con 33.000 habitantes tiene un 37% de población de origen extranjero y las administraciones llevan años trabajando con las diferentes comunidades para evitar situaciones de tensión. Las alarmas han vuelto a saltar esta semana con unos hechos que se remontan al pasado viernes, cuando la familia del imán -8 hijos de entre 5 y 24 años y la mujer-, de 70 años, fueron desahuciados por la ejecución de una deuda hipotecaria del piso en el que vivían desde hacía dos décadas en la calle Països Catalans. No pagaban desde hacía al menos cinco años. Según la hija mayor del imán, Henda, de 26 años, fue porque el banco quebró. Tras el desahucio, el ayuntamiento les alojó en un hostal hasta el lunes, y ese día intentaron que los servicios sociales les dieran una opción de vivienda. Como les dijeron que no eran “vulnerables” y no les podían ofrecer vivienda, según Henda, sus hermanos mayores “decidieron que no se podían quedar en al calle los cuatro pequeños” y volvieron a su piso. Su propietario ya había instalado una nueva cerradura, cámaras y una alarma que saltó y la policía acudió. Henda asegura que empujaron a su padre y se golpeó la cabeza; sin embargo, los mossos mantienen que sufrió un ataque de angustia y fue trasladado al Hospital Santa Caterina.
Este primer hecho desencadenó que la noche del lunes unas cuantas decenas de personas lanzaran huevos y piedras a la comisaría de Mossos y policía local de Salt. El martes por la mañana hubo una concentración del sindicato de la vivienda de Salt y por la noche llegaron los disturbios. Ante la posibilidad que esto sucediera, Papa Diawara, como se conoce al que fuera imán de la mezquita de la calle Rafel Masó, y que ahora sólo ejerce los fines de semana, emitió un comunicado en sus redes sociales en el que decía que “este caso nos ha removido a todos”, pero pedía llevar las cosas “con paciencia e inteligencia” y que “por favor se esperen, que no hagan nada los jóvenes que estamos en terreno de entendimiento, que aunque quieran concentrarse sea de manera pacífica, sin altercados”. Sin embargo un centenar de jóvenes provocaron disturbios y el balance han sido una docena de contenedores quemados y tres parquímetros, varias cámaras de video-vigilancia y los cristales de un coche patrulla rotos.
“Me gustaría separarlo, porque ayer nos encontramos en la calle gente encapuchada, que venían preparada y dispuesta a cometer actos vandálicos, yo separaría el desahucio de los actos vandálicos”, ha dicho el alcalde, quien ha apuntado que “cuando hay una concentración a veces se hace de buena fe, pero hay gente que se apunta para generar altercados”. En el mismo sentido se ha manifestado Henda, que ha sostenido “que algunos han querido aprovechar la situación por el odio que tienen a la policía” y ha recordado que su padre “pidió que no hicieran nada porque podía perjudicar a mi familia”.

Viñas, que ha explicado que la familia desahuciada, que dispone de recursos, no cumplía con los requisitos necesarios para considerarlos vulnerables y no estaban en la bolsa de vivienda, ha asegurado que trabajan “con todas las comunidades desde siempre, sociales, culturales, deportivas, el contacto y las realidades y necesidades los tenemos plenamente identificados”. Además ha descartado que tenga que ver con temas de radicalización, “los discursos en los centros de culto se trabajan desde mossos y si hubiera algún peligro en este sentido estaría totalmente identificado”. Para él, lo ocurrido “es que ha habido un movimiento que ha generado cierta tensión y ha habido gente que se ha querido aprovechar de esta situación para generar conflicto”. “Salt, como el resto de Cataluña tiene un problema de vivienda evidente, pero somos el municipio que hemos actuado con más contundencia, con más de 200 viviendas en los últimos cuatro años”, ha apuntado Viñas.
El sindicato de la vivienda de Salt ha celebrado este miércoles por la tarde una conferencia de prensa en la que ha reivindicado que cese la “violencia policial” en la localidad y que no haya consecuencias legales para los detenidos. La Portavoz, Judith Font ha asegurado que “las concentraciones de estos días han sido espontáneas y reactivas a situaciones que se viven” en una localidad muy empobrecida, con una renta per cápita muy baja, en la que la semana pasada hubo siete desahucios. Según Font “la violencia en Salt hace meses y años que empezó. Se ha llegado a normalizar que una familia con menores se quede en la calle”, ha lamentado. Por este motivo ha llamado a movilizar el parque público de vivienda para dar respuesta real y definitiva a las personas que quedan en la calle.
El asunto ha sobrevolado sobre el pleno del Parlament celebrado este miércoles. EL Partido Popular y Vox han solicitado la comparecencia de la consejera de Interior, Núria Parlon, ante la Comisión de Interior para dar cuenta de los hechos ocurridos en Salt, informa Camilo S. Baquero. ”Cierre los pactos nacionales absurdos y expulse la barbarie que está en nuestras calles que arden en Salt o será el pueblo de Cataluña, con Vox a la cabeza, quien se defienda”, ha asegurado Garriga. La jefa de filas de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, ha optado por definir el incidente como la acción de “fanáticos musulmanes” que querían defender a su imán tras “una ocupación ilegal”. Illa ha afeado al líder de Vox que vincule inmigración con delincuencia y le ha calificado de mal “aprendiz” de Donald Trump. A Orriols, por su parte, le ha pedido que “tome un curso de derechos humanos”.
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