La crisis de la vivienda en Barcelona llega a la portada del diario ‘The New York Times’
El reportaje de la periodista Liz Alderman sitúa la capital catalana como “zona cero del dilema de la vivienda en Europa”


La crisis de la vivienda en Barcelona ha llegado a la portada del diario The New York Times este martes en su edición internacional. La información la firma la periodista Liz Alderman e incluye dos fotos: una en cabeza de la Casa Orsola, símbolo de la lucha de los inquilinos contra los fondos de inversión que compran fincas y expulsan a sus vecinos, y otra de dos vecinos del llamado Bloc Papallona, que también acaba de ser comprado. El título del reportaje es City of lost homes and hope, “la ciudad de los hogares perdidos y la esperanza”, traducido al español. En su edición digital, donde la noticia se publicó el pasado domingo 30 de marzo, el título es “Barcelona se convierte en la zona cero del dilema de la vivienda en Europa”, y el subtítulo: “Los problemas de la ciudad española reflejan una crisis más amplia de vivienda asequible que se está extendiendo rápidamente por toda Europa y genera desigualdad”.
La autora del reportaje, que pasó cinco días en la ciudad, ha entrevistado a vecinos de edificios que han sido comprados y cuyos nuevos propietarios no renuevan los contratos a los inquilinos (como la citada Casa Papallona o el edificio de 120 pisos de la calle de Tarragona), a miembros de los sindicatos de inquilinas, al fundador del portal inmobiliario Idealista, Jesús Encinar, o al president de la Generalitat, Salvador Illa, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. A través de datos y de sus voces cuenta como desde 2015, “casi una décima parte del parque inmobiliario de España ha sido adquirida por inversores o convertida en alquileres turísticos”. “La escasez ha contribuido a que los precios suban mucho más rápido que los salarios, dejando la vivienda asequible fuera del alcance de muchos”, ha constatado la periodista. En este contexto afirma que “Barcelona, se ha convertido en el epicentro del dilema inmobiliario español y en un crisol de los desafíos para intentar solucionarlo”.
El texto da cuenta de la conversión de viviendas en activos inmobiliarios y del impacto de los pisos turísticos o de corta estancia (alquileres de temporada), de cómo los caseros esquivan las legislaciones vigentes y cómo el alza de precios que no se corresponde a una subida de salarios se está convirtiendo en fuente de desigualdad. Algo que insiste en que está ocurriendo en ciudades de otros países europeos. Además de testimonios de afectados, las voces de Illa y Collboni enumeran sus planes para construir 50.000 viviendas asequibles (en el caso de la Generalitat) o cerrar los pisos turísticos (en el caso del Ayuntamiento). “La vivienda debe ser un derecho, no un negocio”, afirma el president. “Es urgente abordarla”. También cita la alianza de ciudades europeas que ha impulsado Barcelona pidiendo fondos urgentemente para vivienda asequible. La periodista señala también la compra de Casa Orsola por parte del consistorio barcelonés y la fundación Hábitat 3.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
