Ayuso no tiene su desfile y rompe ahora... con todos: “El Dos de Mayo no es su cumpleaños”
La presidenta de la Comunidad excluye a cualquier miembro del Gobierno de los actos tras su enfrentamiento con Defensa por la parada militar y la jura de bandera de Alcobendas


Cada fiesta, cada homenaje, cada aniversario es la excusa para un nuevo escenario de confrontación entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno Central. Da igual que sea la Constitución, un homenaje a los fallecidos del 11-M o las fiestas de la Comunidad. Si además hay banderas de por medio, el asunto toma una dimensión de agravio patriótico. La parada militar del Dos de mayo y una jura de bandera civil este sábado en Alcobendas son el centro de la última polémica entre Sol y el Ministerio de Defensa, una de las pocas instituciones con las que todavía mantenía contacto. Desde que el Ministerio de Defensa decidió limitar su presencia durante la próxima celebración del 2 de mayo, fiesta de la Comunidad, el asunto se ha colado en todas las quejas vertidas por la presidenta, algo que Isabel Díaz Ayuso arrastra como un gran agravio que expresa en cada entrevista. “Pero el Dos de mayo no es el cumpleaños de Ayuso”, responden fuentes del Gobierno para explicar la decisión de reducir el papel del ejército y que motivará, como reacción, que ninguna autoridad del Estado esté presente entre los invitados en las fiestas de la Comunidad de Madrid. “Ella no es Madrid ni es quién para decidir a quién se invita o a quién no, eso lo hacen mis hijos”, señala esta fuente.
Hace diez días, Ayuso envió una carta a la ministra de Defensa, Margarita Robles, para que “reconsiderara” la cancelación del desfile y evitar así lo que calificó como “un golpe sin precedentes a los madrileños y al Ejército”. La respuesta de Robles fue que el Ejército participará en los actos “estrictamente militares”, como el “homenaje a los caídos” y la ceremonia posterior. “En los actos que son más civiles, consideramos que no es el lugar del Ejército”, aclaró. Entre los argumentos del ministerio está la incomodidad que se arrastra desde el año pasado y que tiene que ver con detalles como la estética diseñada para la parada a medio camino entre la mantilla y el verde olivo. “Pasar revista con un pasodoble a un acto militar quizá no sea lo mejor”, dijo Robles.
Sin embargo, a Ayuso, que el año pasado entonó efusivamente desde la tribuna La muerte no es el final mientras los uniformados marchaban frente a ella, no le ha convencido el argumento de que frivoliza la parada militar y ve la mano de Sánchez detrás del veto del Ejército. “Esto no tiene que ver con la trifulca con Bolaños de hace dos años”, dijo Ayuso durante un desayuno con Europa Press. “Porque si no, (la cancelación) hubiera sucedido el año pasado. Además, no creo que Robles haga nada para ayudar a Bolaños”, ironizó, “esto es una orden de arriba”. “¿De Pedro Sánchez?”, preguntó el periodista. “Sí, sí... Quedó demasiado bien el desfile el año pasado y supuse que pasaría factura tarde o temprano”, respondió.
De esta forma, el Gobierno priva a Ayuso de una foto muy buscada donde la presidenta escucha el himno nacional, camina frente a los soldados y va acompañada hasta la tribuna de autoridades por un general de División. En respuesta, la Comunidad de Madrid no invitará a ningún miembro del Gobierno de España al acto institucional por el Dos de Mayo. “Ellos rompieron relaciones con la Comunidad de Madrid”, argumentan fuentes de Sol para confirmar que el Ejecutivo regional no cursará invitaciones a ningún ministro, ni de Moncloa, ni al Delegado del Gobierno en la Comunidad, Francisco Martín. De esta forma desaparece una representación gubernamental que cada vez era reducida -que el año pasado se limitó al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y el Delegado del Gobierno, Francisco Martín- una frialdad institucional solo comparable al distanciamiento marcado por el expresidente de la Generalitat, Pere Aragonès con el Gobierno central, tras el proceso independentista. El ministro Óscar López, previsible rival de Ayuso en las elecciones de 2027, describió la postura de la presidenta regional como “salvajada institucional”.
El caso es que los últimos tiempos, la derecha madrileña rompe cada semana con alguien. Solo este mes, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, rompió con el PSOE municipal cualquier contacto institucional después de que Reyes Maroto hablara de “asesinados” para referirse a los fallecidos durante la pandemia, aunque se disculpara horas después. La semana siguiente, Ayuso rompió con el Delegado del Gobierno, Francisco Martín, “por insultar”, al referirse a su pareja, Alberto González Amador, como “presunto defraudador fiscal”. La siguiente semana recurrió al Tribunal Constitucional el reparto de emigrantes que colapsan Canarias, diseñado por el Gobierno, y ahora ya directamente rompe con todo el Gobierno central. “No sé qué leches rompen”, dijo esta fuente de Moncloa. “Ayuso no solo se cree dueña de las instituciones, sino que está por encima. El PP cree que Madrid es su cortijo”, dijo. “Su único argumento político es el enfrentamiento con Sánchez”.
A los ecos del Dos de mayo se suma ahora una jura de bandera civil prevista para este sábado en Alcobendas. Organizada por la Brigada Guadarrama XII en colaboración con el Ayuntamiento, la alcaldesa del municipio, Rocío García Alcántara (PP), invitó personalmente a Ayuso para que lo presidiera. El Ministerio de Defensa comunicó que, aunque Ayuso puede asistir al acto como invitada, no podrá presidirlo, ese papel, insisten, es del general de brigada Antonio Bernal, y de la alcaldesa, como autoridad civil equiparable. Desde entonces, García habla de veto a la presidenta autonómica, y anunció que ambas estarán en la tribuna de invitados, porque el Ministerio les ha prohibido la presidencia. La última jura de bandera civil en Alcobendas fue hace 11 años y, como en las dos anteriores, la presidió un militar de alto rango, el entonces alcalde, Ignacio García de Vinuesa.
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