Roban en la casa de Paco Rabanne un día después de su muerte
La gendarmería francesa continúa buscando a los autores del saqueo, que accedieron al hogar del diseñador español para llevarse un botín del que todavía no se conocen detalles
La casa del diseñador español Paco Rabanne, situada en la Bretaña francesa, fue objeto de un robo en la madrugada del pasado domingo 5 de febrero. Un robo que se produjo apenas un día después del fallecimiento del modisto, a los 88 años, en esa misma vivienda situada al borde del mar. Según publica este martes el diario local Le Télégramme, el mismo medio que avanzó su muerte el pasado 3 de febrero, unos individuos accedieron a la vivienda situada en la aldea de Portsall, en el municipio de Ploudalmézeau, en el Finisterre francés, rompiendo una puerta vitrificada para acceder al interior. El botín que se llevaron no fue importante, aunque la policía no ha dado a conocer todavía más detalles sobre el robo. La gendarmería francesa continúa buscando a los autores para detenerles y recuperar los objetos que se llevaron.
“Los ladrones pensaban que había un montón de cosas de valor dentro. Ya sea Paco Rabanne u otra persona, es muy chocante ir a robar a alguien que acaba de morir”, ha declarado a la agencia AFP Marguerite Lamour, la alcaldesa de esta localidad de unos 6.000 habitantes. “El robo con allanamiento se produjo en la madrugada del domingo en Ploudalmézeau. Los daños fueron menores y no hubo detenciones”, indicó a la misma agencia la gendarmería.
Francisco Rabaneda Cuervo nació en Pasaia (Gipuzkoa) en 1934 y no tuvo una infancia sencilla. Su padre, andaluz, era general del ejército leal a la República. Su madre, vasca, fue militante y miembro de la dirección del Partido Comunista de España (PCE). A los cinco años se trasladó a vivir a Francia, donde pasó casi toda su vida (la mayor parte del tiempo en la Bretaña), donde la familia se refugió tras el fusilamiento del patriarca. Allí, estudió Arquitectura en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes y comenzó a elaborar piezas de bisutería con rhodoïd, un nuevo material transparente cuyas piezas él unía con eslabones o cadenas. Fue así como accedió a talleres de prestigio como los de Dior, Givenchy o Balenciaga, con quien su madre había trabajado en San Sebastián antes de la Guerra Civil.
Años después de su llegada al país galo, Rabanne —embarcado en una búsqueda personal— afrancesó su apellido para abrirse paso en los círculos de la moda de París que en los años sesenta era capital mundial de la moda.
À Portsall, la maison de Paco Rabanne cambriolée après son décès
— Le Télégramme Brest (@TLGBrest) February 6, 2023
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