Pablo Urdangarin habla de la presión que siente por su apellido: “Mi padre me ayuda mucho. Siempre le llamo antes de los partidos”
El segundo hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, jugador de balonmano, disputa su segundo año en el Fraikin BM Granollers


A Pablo Urdangarin (Barcelona, 24 años), jugador de balonmano profesional en el Fraikin BM Granollers de la Liga Asobal, se le conoce desde la cuna por ser el segundo hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Este fin de semana habló en Deportes de TVE de su carrera deportiva y de la presión mediática que le acompaña por sus apellidos: “Si quiero quedar con amigos y está la prensa, lo bloqueo, me olvido de ello y ya está”. También abordó cómo le influye la carrera deportiva de su padre, exjugador de balonmano del Barça, donde logró 11 Ligas, y dos veces bronce olímpico con la selección española. “Que me comparen con mi padre significa que algo estoy haciendo bien, soy como la versión mini, la versión un poco más ágil y frágil”, dijo.
“A mí siempre me ha gustado el 7 por mi padre”, explicaba el nieto del rey Juan Carlos y la reina Sofía, que lleva a sus espaldas el dorsal 77 en homenaje al número que portaba su padre, el de una de las 13 camisetas que están colgadas en el Palau Blaugrana en honor a los jugadores legendarios del club. Pablo Urdangarin residió en Barcelona sus primeros nueve años de vida (2000-2009), después en Washington (2009-2012) y posteriormente en Ginebra, donde se instaló en 2013 con su familia tras estallar el caso Nóos que llevó a su padre a entrar en prisión. Iñaki Urdangarin estuvo en la cárcel hasta la pasada primavera, cuando terminó su condena, justo hace un año, por malversación, prevaricación, fraude, delitos fiscales y tráfico de influencias.
Pablo Urdangarin regresó después a vivir a la capital catalana. El joven, de 1,86 metros de altura, ha jugado en Alemania y en el Barça y ahora disputa su segundo año en el Granollers, donde ha reconvertido su posición en el campo para jugar de lateral, como su progenitor. “Yo nunca había jugado de lateral, toda mi vida había sido extremo”, apuntó en la entrevista con Televisión Española.
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Sobre sus vínculos familiares y su papel fuera del balonmano, afirma que se siente uno más entre sus compañeros: “Los del vestuario me tratan como uno más, soy un tío normal que caigo bien, saben que pueden decirme cualquier cosa”. Y asegura que su padre es un apoyo fundamental: “Me ayuda mucho en temas mentales, mucho más que en temas de balonmano. Siempre le llamo antes de los partidos”.
Empezó a jugar al balonmano ya “de muy pequeño”, en el Liceo Francés (colegio privado), aunque tuvo que dejarlo temporalmente cuando su familia se mudó a Estados Unidos. “Cuando volví a Europa pude seguir jugando. Después estuve en Alemania (Hannover) y ahí es cuando noté que era lo que quería hacer y me lo tomé más en serio”, explicó hace dos años a la agencia EFE cuando concedió su primera entrevista, finalizada su etapa de formación como jugador en el Barça y tras la firma con el equipo donde milita en la actualidad.
A Pablo Urdangarin se le pudo ver el pasado 5 de enero en el 87ª cumpleaños del rey Juan Carlos I en Abu Dabi, ciudad en la que reside el rey emérito desde hace más de cuatro años. Se trata de una celebración convertida ya en tradición y que por segundo año terminó siendo portada de ¡Hola! con fotos exclusivas. El cabeza de familia también estuvo acompañado por sus hijas Elena y Cristina y sus nietos Juan, Miguel e Irene Urdangarin —hermanos de Pablo— y Felipe Juan Froilán y Victoria Federica.
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