Dorado intenso, aroma seductor, sabor único: una experiencia cervecera para hacer especial cualquier momento del día

Para quienes pedimos “una Mahou” sin dudar, cada botellín y cada caña bien tirada promete algo más que una cerveza: es la certeza de un placer auténtico, con ese sello inconfundible que solo décadas de maestría cervecera pueden ofrecer. Con 135 años de legado, la marca no solo se ha convertido en un icono, sino en una tradición compartida por generaciones de amantes de la buena cerveza. Mahou Reserva lleva esa herencia a otro nivel. Su cuerpo robusto, su equilibrio magistral y ese toque de intensidad bien medido son el resultado de fusionar lo mejor de su herencia con ingredientes selectos. No es solo una cerveza: es una invitación a saborear lo extraordinario en lo cotidiano, a detenerse y apreciar esos detalles —desde su aroma seductor hasta su dorado brillante— que la hacen irrepetible. A continuación, cinco claves para disfrutarla al máximo.

El color y la textura importan

Mahou Reserva es el resultado de un cuidadoso proceso de elaboración. Inspirada en las ‘Helles Bock’ de la escuela alemana, destaca por su color dorado intenso, su aspecto brillante y una espuma consistente. Su receta combina malta Munich, que aporta delicadas notas tostadas y un dulzor seductor, con lúpulos americanos añadidos al final del proceso con la técnica del late hopping (o lupulado tardío, que otorga menor amargor y mayor sabor y aroma a la cerveza). El resultado: un placer para los sentidos en cada sorbo.

Un sabor que la hace única

La experiencia sensorial de esta cerveza extra dorada comienza por la vista y se completa por un sabor inigualable. Su perfil aromático es una combinación de notas herbales, toques a plátano y manzana roja, y una delicada fragancia alcohólica. En boca, su textura es notable, con un amargor moderado y una persistencia agradable que invita a disfrutarla lentamente. Con una graduación alcohólica del 6,3%, Mahou Reserva es una cerveza con carácter, pero fácil de beber.

Transforma lo cotidiano en algo especial

Está pensada para hacer de cada momento algo especial; para ensalzar aquellos instantes en los que se busca algo diferente sin renunciar a la esencia de lo que nos gusta. Su versatilidad la convierte en la compañera perfecta para el aperitivo o una cena, después del trabajo o en una quedada con amigos, en casa o en una visita al bar de siempre, un día cualquiera o relajadamente una tarde de domingo.

Ofrece un amplio abanico de maridaje

Por sus características lager y su punto de intensidad, Mahou Reserva ofrece, además, un amplio abanico de posibilidades de maridaje. Unas pocas ideas de eficacia contrastada: combina a la perfección con una tosta crujiente de anchoa y mantequilla, gyozas de cerdo y verdura, o un arroz caldoso con gambones. También acompañando un buen plato de pasta, el capricho de una fritura, recetas elaboradas con huevo, patés y embutidos, carnes ligeras y quesos fuertes.

Para celebrar su lanzamiento, la marca ha contado también con la ganadora de MasterChef 10, María Lo, que ha diseñado un bocado único para acompañar Mahou Reserva: un lingote de brioche dorado a la plancha, aromatizado con mantequilla de miso y coronado con una anchoa para darle un equilibrado y original toque de salinidad. Una particular delicia que sintoniza con el carácter genuino de esta nueva cerveza.

Nace un icono de diseño

A su sabor único se suma un diseño elegante que realza su inconfundible esencia. Con un estilo retro, homenajea los clásicos botellines de los años 60, reflejando así la tradición y maestría cervecera que definen a esta icónica marca. Sin adornos innecesarios y con la M de Mahou como protagonista, este envase deja que el líquido hable por sí solo, transmitiendo calidad y autenticidad.

Con Mahou Reserva, cada detalle ha sido pensado para ofrecer una experiencia cervecera única, con un sabor equilibrado, intenso y fácil de disfrutar para quienes aprecian la calidad y buscan elevar sus momentos cerveceros. Ya sea en casa, en el bar o en una reunión informal, es la elección perfecta para hacer de cada instante, algo memorable. Porque los grandes momentos, a menudo, caben en un sorbo.