Von der Leyen: “La UE necesita un pacto migratorio que sea efectivo y humano”
La presidenta de la Comisión Europea confía en que todas las capitales puedan asumir la propuesta que lanzará la semana que viene
Ursula von der Leyen (Bruselas, 61 años) evoca el acuerdo sellado el pasado julio entre los Veintisiete para relanzar la economía europea como el “momento más bonito” de su mandato. Más sosegada un día después de su primer discurso sobre el estado de la Unión, la presidenta del Ejecutivo comunitario apela a esa unidad para afrontar la emergencia sanitaria, económica y migratoria en una conversación con un grupo de medios europeos, entre ellos EL PAÍS. “La Unión Europea es poderosa cuando está unida”, afirma.
Tras un arranque de legislatura complejo, el pacto para un fondo de reconstrucción europeo dio oxígeno al gabinete de Von der Leyen. La presidenta se remite a ese espíritu de julio de cara al debate migratorio que Bruselas abrirá la semana que viene. Los incendios en el campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, han acelerado la propuesta para un gran acuerdo que reemplace el mecanismo actual de Dublín. “El sistema que rige en este momento ya no funciona. Creo que esto todo el mundo lo cree. Tenemos que dar un paso adelante”, sostiene.
Los socios de la UE deberán adentrarse en un terreno en el que llevan resbalando desde 2015. Von der Leyen avanza que la Comisión hará una propuesta “europea” y “más global” que “reequilibre la solidaridad y la responsabilidad”, ponga énfasis en un “reparto justo de la carga” y tenga en cuenta “toda la cadena” de los flujos migratorios. “Abordaremos desde el asilo y la integración hasta la gestión de fronteras y retornos”, señala la exministra de Defensa alemana.
A pesar de las dificultades que se auguran desde las capitales, la presidenta muestra confianza en que el paquete pueda salir adelante. “Creo que todos los Estados miembros podrán firmarlo”, señala la jefa del Ejecutivo comunitario, quien añade: “Es del interés de todos que hallemos un enfoque europeo que sea efectivo y humano. Espero que los Estados se sienten seriamente con la nueva propuesta para un pacto migratorio y negocien un nuevo enfoque europeo”.
El otro gran asunto en el que Von der Leyen no profundizó durante el discurso ante la Eurocámara es el de la vuelta a las reglas fiscales. La jefa del Ejecutivo sí alertó a los países de que no es aún el momento de acabar con la política de estímulos fiscales a la economía, pero no propuso una fecha. Von der Leyen aclara que, en realidad, no la hay. “Hemos aprendido de las crisis anteriores que una retirada prematura del apoyo fiscal tiene un impacto muy negativo en la economía. Y por lo tanto, creo que no podemos ponernos un plazo para restablecer de nuevo la sostenibilidad de nuestras finanzas”, sostiene. Von der Leyen fía el retorno a la disciplina fiscal o en ayudas de Estado a que se den ciertas condiciones. “Está también vinculado, por ejemplo, al hallazgo de una vacuna y la vuelta a una economía que no necesita más medidas restrictivas”, dice.
A los estímulos estatales se sumará el impulso de los fondos comunitarios. La Comisión Europea aprobó este jueves las grandes áreas a las que deberán dirigirse las grandes inversiones de los Estados, desde renovables a formación. Y estas deberán ir acompañadas de las reformas que recomiende Bruselas. “La inversión y las reformas, a mi modo de ver, siempre van de la mano para modernizar nuestras sociedades y nuestras economías”, señala la presidenta.
Relación con EE UU
Entre las prioridades de la alemana en política exterior está la de relanzar las relaciones con los Estados Unidos. Von der Leyen rechaza valorar si una hipotética victoria de Joe Biden sería el viento de cola que necesitan ambos bloques para retomar las relaciones de antaño. A su juicio, estas deben retomarse con independencia de los resultados de las elecciones presidenciales de noviembre. “Hay una amplia agenda que debemos abordar: comercio, tecnología, impuestos... Estamos dispuestos a renovar la agenda transatlántica”.
El otro viejo socio con el que deberá redefinir una agenda es el Reino Unido. Durante su intervención en la Eurocámara, Von der Leyen dio casi por perdida la posibilidad de un pacto comercial ambicioso. Sin embargo, no renuncia al acuerdo. La presidenta, que define el intento de violar el Acuerdo de Retirada como “una desagradable sorpresa”, insta a los británicos a mover ficha. “Ha llegado el momento de que nuestros amigos restauren la confianza. El tiempo se acaba”, remacha.
Ante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la semana que viene, Von der Leyen arropa de nuevo a Grecia y Chipre en su contencioso con Turquía, aunque pide explorar la “ventana de oportunidad” para negociar. Y se reafirma en su voluntad de poner sobre la mesa una ley Magnitsky para imponer sanciones en caso de violación de los derechos humanos. La presidenta de un Ejecutivo que sigue proclamándose como “geopolítico” —y Von der Leyen cree que la pandemia lo ha demostrado— lanza otro aviso a los Estados. “Llamamos a los Estados miembros a que no se quejen sobre la falta de visibilidad de la respuesta europea, porque tienen la solución en sus manos. Y esta es el voto por mayoría cualificada”.
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