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La derecha francesa apuesta por una dirigente moderada para desbancar a Macron

Valérie Pécresse se convierte en la primera mujer en encabezar una candidatura presidencial de Los Republicanos tras imponerse a Éric Ciotti, que abogaba por una derecha “sin tabúes”

Valerie Pecresse
Valérie Pécresse se ha convertido este sábado en la primera mujer candidata a las presidenciales de Francia por el partido conservador Los Republicanos, tras derrotar al diputado Éric Ciotti (izquierda).CHRISTIAN HARTMANN (Reuters)
Silvia Ayuso

La derecha tradicional francesa apuesta por una mujer para arrebatarle el Elíseo a Emmanuel Macron. Valérie Pécresse, presidenta de la región parisina, se ha hecho este sábado con la candidatura de Los Republicanos (LR) para las elecciones presidenciales de abril próximo tras imponerse cómodamente, en la segunda vuelta de las primarias internas, al diputado de Alpes-Marítimos Éric Ciotti, que había hecho un discurso más ultra. Con ella, el partido de Nicolas Sarkozy y Jacques Chirac apuesta por una política de derechas “sin complejos”, pero también sin demasiadas estridencias, una figura con la que a Macron se le hará probablemente más difícil atraer para sí al electorado conservador moderado que lleva tiempo cortejando.

“Tengo una buena noticia. La derecha republicana está de regreso. La derecha de las convicciones, de las soluciones, está unida y parte hacia el combate con una voluntad implacable”, proclamó Pécresse desde la sede de LR en París poco después de que el presidente del partido, Christian Jacob, anunciara que se había impuesto con el 60,9% de los votos, frente al 39% logrado por Ciotti. Este, junto a los demás candidatos derrotados en la primera vuelta, compareció junto a Pécresse para escenificar ese mensaje de unidad que el partido quiere dar. “Vamos a restaurar el orgullo francés y vamos a proteger a los franceses”, aseguró la candidata, que también agradeció a su formación haber tenido la “audacia” de apostar por una mujer.

“Por primera vez en su historia, el partido del general Charles de Gaulle, de Georges Pompidou, de Jacques Chirac, de Nicolas Sarkozy va a tener a una candidata a las elecciones presidenciales”, celebró.

La clasificación para la segunda vuelta de Pécresse y Ciotti sorprendió a propios y extraños. Se impusieron a figuras más conocidas como Xavier Bertrand, favorito en las encuestas generales, o el negociador del Brexit por la Unión Europea, Michel Barnier. Ambos, así como el quinto candidato en liza, Philippe Juvin, dieron nada más conocer su derrota, el jueves, su apoyo a Pécresse en detrimento de Ciotti, que a lo largo de las primarias abogó abiertamente por acercarse a los postulados de la extrema derecha del polemista Éric Zemmour. Por ello, su inesperado pase a la final de las primarias (por lo que recibió una felicitación personal de Zemmour) ha supuesto una fuerte llamada de alerta sobre la capacidad de atracción del discurso más radical, identitario y contra los inmigrantes en estas elecciones, algo que causa inquietud más allá de las filas de LR.

Con Pécresse son tres las mujeres candidatas a la presidencia en nombre de grandes partidos en Francia, tras las postulaciones de la líder de la formación de ultraderecha Reagrupamiento Nacional, Marine Le Pen, y de la socialista Anne Hidalgo. Con esta última, Pécresse comparte, además, una larga rivalidad parisina: como presidenta de la Isla de Francia, la región que engloba París, mantiene un estrecho contacto —y choques— con la alcaldesa socialista de la capital francesa.

Pero si bien a Macron no le inquieta medirse con Le Pen —ya lo hizo hace cinco años— y por ahora no se preocupa demasiado tampoco por una Hidalgo que no logra remontar en las encuestas, Pécresse puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza.

El presidente y su equipo “van a tener que reescribir su escenario”, dijo Pécresse en los últimos días sobre las previsiones, respaldadas hasta hace no tanto por todas las encuestas, de una segunda vuelta en abril entre Macron y Le Pen, como en 2017.

El factor mujer no es nada desdeñable. Según destacaba Le Parisien esta semana, varias personas del círculo íntimo de Macron le habían advertido de la amenaza que supondría una candidata del LR. Pécresse “es la más peligrosa”, afirmaron bajo condición de anonimato.

Más allá del género, están las ideas. Y las de Pécresse, conocida como La Tigresse (la tigresa), aunque se han endurecido durante la campaña interna, en la que por momentos ha rivalizado con Ciotti sobre la mano dura en materia de seguridad o inmigración, no son tan radicalmente distintas en cuestiones económicas o sociales de los postulados de Macron. Ello podría dificultarle al presidente, que aunque todavía no ha oficializado su campaña ejerce ya también indirectamente como candidato a la reelección, arrancarle a LR los votos más moderados, como es a todas luces su intención.

Esta parisina de 54 años bregada en los dos últimos Gobiernos de derechas —fue ministra de Enseñanza Superior con Chirac (1995-2007) y de Presupuesto con Sarkozy (2007-2012), de quien también fue portavoz de Gobierno— asegura “asumir” sin complejo alguno sus posiciones conservadoras. Se proclama “el centro de gravedad de la derecha” y la única capaz de evitar la hemorragia de votos tanto hacia la ultraderecha como hacia el macronismo.

Una de las claves será ver si le da un espacio —y cuál— a Ciotti, de 56 años. El pase de este a la final de las primarias con un mensaje de “ruptura” claramente girado hacia la ultraderecha sorprendió incluso a los suyos. Entre otros, ha propuesto el regreso a la nacionalidad por derecho de sangre y no de suelo como rige en Francia, y ha llegado incluso a proponer un “Guantánamo a la francesa”, argumentando que la derecha no puede ganar “si no va a buscar una parte del electorado” de Marine Le Pen y Zemmour, que aprovecharon su derrota para llamar este sábado a los votantes de LR que lo habían votado a unirse a sus filas.

Aunque Ciotti aseguró este sábado su fidelidad al partido y a la flamante candidata, esta lanzó un mensaje a los franceses “tentados por Le Pen y Zemmour” que bien le valía también al diputado. “No hay necesidad alguna de ser extremista para ser ofensivo. No hace falta insultar para convencer, los mercaderes del miedo nunca son eficaces en la acción y en nuestra historia, ningún divisor ha sido un salvador. Vamos a pasar la página de Macron, pero sin desgarrar las páginas de la historia de Francia”, dijo Pécresse.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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