Pepe Merino, director de la Agencia Digital: “Cuando los trámites son excesivos, trabamos el ejercicio de derechos”
El Gobierno de Sheinbaum se propone reducir la cantidad de trámites y pagos a través de un vigoroso plan de digitalización
Pepe Merino tiene uno de esos trabajos técnicos que pueden determinar el destino colectivo. Como el de un guardagujas que maneja la ruta de los trenes. Académico enamorado de los datos, y un jefe extremadamente exigente, Merino, de 50 años, tiene a su cargo la recién creada Agencia de Transformación Digital en el Gobierno de Claudia Sheinbaum. Su misión es reducir la cantidad de trámites que un ciudadano tiene que presentar ante una ventanilla. La idea es elemental: ¿por qué el gobierno requiere un documento que el mismo gobierno genera? La Agencia busca ser una facilitadora de trámites y para ello se comunicará con las bases de datos de todas las dependencias. Gestionará desde documentos de identidad, el expediente clínico y el historial fiscal hasta la política de telecomunicaciones, el programa satelital, la ciberseguridad gubernamental y el sistema de correos.
Contrario a lo que se pensaría, la Agencia no sustituirá las obligaciones de las demás dependencias y no tendrá a su disposición una maquiavélica base de datos de todos los ciudadanos, explica Merino. Será un vínculo digital entre la persona y su gobierno. El funcionario, que ya colaboró con Sheinbaum en el Gobierno de Ciudad de México, detalla su idea de la digitalización como una puerta para facilitar la vida de los ciudadanos. No se trata de un fetiche con la tecnología, enfatiza: se trata de que la gente concrete los derechos que tiene en el papel.
Pregunta. ¿Cuál es la misión de la Agencia?
Respuesta. Su función principal es generar soluciones digitales para las personas. Así facilitamos que las personas ejerzan sus derechos. Nadie hace un trámite por placer. Todo trámite está asociado a algo que es importante en tu vida, a algo que es un proveedor de bienestar. Cuando trabas trámites, cuando los haces engorrosos, excesivos, además de que es profundamente regresivo, porque afecta más a quienes menos tienen, trabas el ejercicio de un derecho. El plan es llevar el gobierno a las personas, trasladar la carga regulatoria a las autoridades y no a quienes hacen el trámite.
P. Entonces la Agencia es una especie de facilitadora.
R. Gran parte de lo que hará la Agencia es dar soluciones a los dueños sustantivos de otros temas. Por ejemplo, en el caso de un permiso positivo de impacto ambiental, la responsabilidad va a caer sobre Medio Ambiente, no sobre la Agencia. Si yo [desde la Agencia] hago un sistema de ordenamiento de concesiones para Conagua, yo soy el responsable sustantivo de que el sistema funcione, pero el dueño sustantivo del trámite es Conagua. Entonces, el trabajo de la Agencia es generar lo que tiene que existir para poder dar todos estos servicios, y para ello tiene una relación permanente con todas las autoridades. No hay una autoridad que no requiera servicios que la Agencia provea. Y vamos a crear el Centro Nacional de Tecnología Pública, que busca garantizar que este modelo de autoprovisionamiento de tecnología y de reducción de la carga regulatoria se replique en los tres niveles de gobierno.
P. ¿Cuál es la importancia de que un gobierno cuente con sus propios desarrolladores?
R. Uno: ahorro. Dos: autonomía. A veces el problema con los contratos con privados no solo es el sobrecosto, sino que además cualquier modificación y adaptación se vuelven procesos super rígidos. Tres: capacidades públicas. Generar un cuerpo de profesionales, de ingenieros especializados con vocación de servicio público. Cuatro: quitarnos la idea de que los gobiernos no innovan. Es casi un reflejo: si es innovación, tecnología, código, son los privados. No. Los gobiernos también innovan y pueden generar soluciones tecnológicas. Y cinco: es un tema estratégico. Hay desarrollos y sistemas de información que no pueden no estar en manos del gobierno. Darle a un privado la gestión de información estratégica puede ser complicado.
P. ¿Cómo funcionará la Llave?
R. Nosotros creemos que la gobernanza de los datos siempre debe estar en manos de los usuarios. Llave, en los huesos, es la CURP, número de teléfono y tu contraseña. Eso te abre 80% de los trámites. ¿Qué hace Llave? Es un acceso único para todos los sistemas de gobierno; un mecanismo de autenticación remoto para que puedas hacer trámites; y es un expediente digital en el que se van a cargar todos los documentos que el gobierno genere sobre ti. Así, cuando hagas un trámite en línea, en lugar de subir el archivo —o peor, tenerlo físico—, simplemente se jala de tu expediente.
P. ¿Simplificar el trámite no significa desaparecer la regulación?
R. No. Si hay seis trámites que comparten el 90% de los requisitos, los mismos formularios, documentos, ¿por qué tienes seis trámites? Puedes tener uno. Metes los mismos documentos y resuelves simultáneamente varios permisos. No es renunciar a la tarea regulatoria que el Estado debe tener. Se mantiene esa misma función, solo se hace mucho más sencilla.
P. ¿Cuál será la vinculación de la Agencia con la cartera de seguridad pública?
P. Tenemos dos puntos muy importantes de contacto. Uno toca a satélites, en lo concerniente a servicios críticos en tareas de seguridad para tener comunicación en zonas sin cobertura celular. Y dos, hay un uso rutinario de la Agencia en el área de inteligencia de datos.
P. Con tanta información en su poder tienen un reto importante en ciberseguridad.
P. Sí, debemos tener la garantía de seguridad de la información. El área de ciberseguridad atiende el blindaje de los sistemas de información de la propia Agencia, pero también hará una tarea importante de auditar los centros de datos de las otras autoridades, identificar vulnerabilidades, recomendar soluciones y garantizar que esas soluciones se implementen, de modo que ningún sistema de información de la administración pública federal sea vulnerable.
P. La Agencia vigilará las compras públicas de tecnología. ¿Por qué esto es importante?
R. Eso se llama dictaminación tecnológica y puede ser para software o hardware. Lo que implica es que ninguna autoridad pueda comprar, recibir en donación o desarrollar con capacidades propias un sistema de tecnología que no apruebe la Agencia. Es importante por cinco razones. Uno: evitar contratos abusivos. Dos: garantizar que, si algo se tiene que comprar, sea un código reutilizable. Tres: garantizar que ese código pueda interoperar con lo que hoy existe. Cuatro: garantizar que tenga los estándares de usabilidad y escalabilidad del resto de los sistemas públicos. Y cinco: garantizar que no tengas dependencias tecnológicas que luego hagan inoperable ese sistema en el futuro.
P. ¿Esta capacidad de dictaminación incluye las compras de tecnología de las Fuerzas Armadas y la Secretaría de Seguridad?
R. Hay adquisiciones de seguridad que no pasan por dictaminación. La Agencia tiene la capacidad de dictaminar todas las adquisiciones públicas de los usos rutinarios de servicios digitales. Y eso es el 99%. Hay temas de seguridad nacional que requieren un tratamiento distinto, y las propias autoridades tienen sus mecanismos de control internos.
P. ¿Cuál será el papel de la Agencia con las aduanas?
R. Hoy aduanas tiene más de 66 sistemas tecnológicos. Lo primero que tenemos que hacer es generar un sistema unificado de gestión aduanal, que vea desde el embarque, pedimento, predespacho, despacho y posdespacho. Eso además le da trazabilidad a las mercancías: sabes de dónde viene, qué viene, qué declararon. Lo segundo es generar un sistema de inteligencia aduanal, que de manera permanente se entrene y genere alertas.
P. Ha mencionado que será “una política muy agresiva de digitalización”. ¿A qué se refiere?
R. Es porque la Agencia busca simplificar 7.000 trámites, requisitos y tiempos de atención. Vamos a poner al servicio de la generación de trámites digitales la mayor parte de las capacidades de la Agencia. Porque creemos que es un mecanismo privilegiado para hacerles la vida más fácil a las personas. Yo creo que yo soy el perfil ideal, porque odio a los trámites. Eso de trasladar al ciudadano los costos de tus propias ineficiencias es indignante. ¿Por qué el gobierno te pide un documento que el gobierno genera? No tenemos excusa, porque ya hay formas de generar sistemas de consulta que justamente impiden que eso ocurra.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.