Detenido en Badiraguato un presunto tío de Ovidio Guzmán y operario del Cartel de Sinaloa
El Gobierno federal asegura que Hernán Domingo Ojeda era familiar de Los Chapitos y responsable del tráfico de fentanilo a Estados Unidos. Para los expertos en el grupo criminal es un desconocido
Era un gran desconocido hasta hoy. Para el grueso de la sociedad mexicana, Hernán Domingo Ojeda López no existía. No hay huella digital de su nombre ni de su apodo, El Mero Mero, anterior a su detención en Badiraguato, cuna simbólica del Cártel de Sinaloa. Ni los reporteros que cubren narcotráfico en el Estado lo conocen. El Gobierno federal ha anunciado su captura este lunes en un escueto comunicado filtrado a la prensa. Lo sitúan como un operario de alto rango de la organización, responsable del tráfico de fentanilo desde Culiacán a Estados Unidos. Un “generador de violencia” que, según la versión de las autoridades, “está identificado tío de Ovidio Guzmán López, alias El Ratón”.
La información que ha difundido el Gobierno se resume en pocas líneas: gracias a “trabajos de inteligencia”, el Ejército, la Guardia Nacional, la Secretaría de Marina, la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Seguridad Ciudadana ejecutaron un operativo en La Majada de Arriba, un pequeño pueblo en la sierra, perteneciente al municipio de Badiraguato, que cuando aparece en la prensa suele ser por sucesos relacionados con el Cártel de Sinaloa. A Ojeda López lo encontraron con “un arma corta, 800.000 pesos y dos bolsas con pastillas de fentanilo”. Presuntamente, tenía una orden de captura “por el delito de delincuencia organizada”.
Más allá, nada. Cuatro expertos en el grupo criminal, consultados por este diario, no habían oído hablar nunca de él. Solo a uno de ellos, que ha pedido mantener el anonimato por seguridad, le suena: “Alguna vez escuché de este personaje, pero desconozco quién es y qué influencia o relación tiene [con el Cártel de Sinaloa]. Ni sabía yo que se dedicaba a esto ni que tenía relación con este joven [Ovidio Guzmán]”. Los apellidos de Ojeda López no coinciden con los del padre de Ovidio, el viejo capo del cártel, antaño considerado el narcotraficante más poderoso del mundo, Joaquín El Chapo Guzmán Loera. Con la madre, Griselda Guadalupe López Pérez, solo comparte uno. “Es una familia tan grande que es imposible conocerlos a todos”, señala otro especialista.
El anuncio del Gobierno plantea dudas, tanto por la falta de información como por el desconocimiento total de los expertos independientes de un presunto operario de alto rango en el cártel. Para la prensa mexicana, la familia Guzmán es una presa de alto calibre, y ni un artículo en internet anterior a este lunes lo menciona. Ovidio Guzmán, exlíder de la facción de Los Chapitos, fue extraditado a Estados Unidos en septiembre de 2023, un suceso que comenzó una reacción en cadena que sigue en marcha. Las piezas en movimiento todavía no son claras, pero su abogado confirmó este octubre que negocia un acuerdo con Estados Unidos.
No solo él: también su hermano, Joaquín Guzmán López, que este julio secuestró a Ismael El Mayo Zambada, el último gran capo del Cártel de Sinaloa que había esquivado toda su vida la prisión, y lo metió en un avión a Estados Unidos, donde la justicia apresó a ambos. El Mayo denunció en una carta que Guzmán López, su ahijado, lo había traicionado como parte de un acuerdo con el Gobierno estadounidense para mejorar la situación de su hermano Ovidio. El suceso detonó una guerra entre Los Chapitos y los leales a Zambada que ha llenado Sinaloa de cadáveres: más de 600 muertes y otros tantos secuestros, según el recuento del periódico Noroeste.
La victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses el pasado noviembre ha supuesto un cambio de ritmo en la estrategia de seguridad mexicana. El republicano, que será investido el 20 de enero, está embarcado en una campaña de amenazas sobre una guerra comercial contra la mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum, para que frene el tráfico de fentanilo y la migración ilegal. El mismo día que se ha conocido la detención del Mero Mero, el magnate ha vuelto sobre sus pasos al prometer, como ya hizo en 2016 sin cumplirlo, que levantará un muro en la frontera aunque le cueste “cientos de millones de dólares”.
El Gobierno de Sheinbaum ha respondido plantando cara a Trump frente a la prensa, pero con golpes de efecto que el republicano pueda ver como avances en materia de seguridad, como la detención de Ojeda López o la mayor incautación de fentanilo de la historia del país, 1.500 kilos de pastillas, hace dos semanas. El inédito decomiso se produjo el mismo día que el Congreso aprobó una ley que prohíbe la producción, distribución y adquisición de fentanilo y de sus precursores químicos. La medida sorprendió: Andrés Manuel López Obrador, presidente hasta este octubre, negó hasta el final de su mandato que México produjera fentanilo. El tiempo y la nueva Administración han echado por tierra las palabras del exmandatario.
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