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Anticorrupción declara nula toda la licitación de la compra de medicamentos por irregularidades en el proceso

Birmex, la agencia encargada de la adquisición, tiene hasta el 21 de abril para cumplir la resolución. La Secretaría de Salud asegura que el abasto está garantizado

Una trabajadora de Birmex coloca medicamentos en los anaqueles de la Megafarmacia del Bienestar, en diciembre de 2023, en Estado de México.
Elena San José

El plan para remontar el abasto de medicamentos del Gobierno de Claudia Sheinbaum atraviesa un camino empedrado de irregularidades. Después de localizar en febrero sobrecostes de 13.000 millones de pesos en la adjudicación del 6% de las claves licitadas, 175 de 2.800, este martes la Secretaría Anticorrupción ha declarado nulo todo el proceso de licitación de la megacompra consolidada y ha dado a Birmex, los laboratorios estatales encargados de la adquisición, hasta el 21 de abril para cumplir la resolución, que le conmina a “reponer desde su inicio el procedimiento de contratación”, según se lee en el documento, al que ha accedido este periódico.

La Secretaría de Salud ha emitido un comunicado este miércoles por la mañana en el que asegura que, con las órdenes de suministro ya emitidas, está garantizado el abasto de medicamentos, la gran preocupación en el sector después de que se hiciera pública la resolución. “Tenemos plazo suficiente para la entrada en vigor de los nuevos contratos”, señalan. Al declararse nulo todo el proceso de licitación, incluidas las adjudicaciones que no presentaban sobrecostes, la Secretaría reasignará el contrato de forma directa al proveedor que había ganado la oferta, de tal forma que no se comprometa el abasto de medicinas, la gran cuenta pendiente en materia de salud que el Ejecutivo ha heredado del sexenio anterior, que alcanzó un 30% de insuficiencia, según las estimaciones del sector.

Salud también ha garantizado que los derechos de las empresas que recibieron la adjudicación conforme a la ley serán respetados y que las instituciones pagarán por todo el producto que ya habían ordenado y recibido. El 1 de abril se habían obtenido ya 233 millones de piezas de las 381 solicitadas, un 61%. El monto de la compra ascendía a 248.000 millones de pesos. Además, este mismo miércoles el subsecretario Eduardo Clark se reunirá con los representantes de la industria para explicar los siguientes pasos en el proceso.

La alarma saltó en febrero, poco después de finalizar la primera fase de la licitación, en la que quedaron asignadas un 73% de las claves, el nombre técnico para designar el código que comparten los mismos medicamentos. Un 34% quedaron desiertas, a la espera de retomar su licitación próximamente, que ahora queda en el limbo. Es dentro de ese 73% ya resuelto donde se localizaron los sobrecostes, que ascendían a 13.000 millones de pesos, según informó el propio subsecretario, que está coordinando la compra. El Gobierno anunció la paralización de la adquisición de las claves sospechosas y la destitución de las personas que firmaron directamente las adjudicaciones señaladas. Aunque todas las miradas están puestas sobre el director de la institución, Iván Olmos, desde el Ejecutivo han evitado precisar cuántos y quiénes han sido cesados, y si la medida ha alcanzado al directivo, cuyo futuro se ensombrece con la resolución de esta semana.

Este es, al menos, el segundo caso de corrupción observado en Birmex en un corto periodo de tiempo. En una auditoría forense correspondiente al ejercicio de 2023 hecha pública este febrero, se recogían irregularidades por un monto de 1.045 millones de pesos (unos 51 millones de dólares), un cuarto de la muestra que se auditó entonces. El Gobierno no se ha pronunciado sobre este proceso.

En la resolución de Anticorrupción que anula el proceso de compra actual, las autoridades señalan que en la convocatoria se omitió la descripción y las características precisas para desarrollar adecuadamente el proceso, como los formatos que los licitantes debían utilizar, la manera en la que debían acreditar su capacidad para participar o si los precios estarían referidos al total de la partida de medicamentos o a cada unidad. También denuncian que se estableció como requisito de participación obligatoria la presentación del cumplimiento fiscal emitido por el SAT y por el IMSS, además del documento que acredita no tener deudas con el Infonavit, requisitos aplicables a la contratación de servicios que requieren mano de obra, pero no a la adquisición de bienes, como era el caso. La falta de claridad abarca también la documentación que iba a ser requerida para los licitantes extranjeros, dado que la licitación estaba abierta a los fabricantes internacionales.

La presidenta, Claudia Sheinbaum, no ha descartado emprender acciones penales si se comprueba que algún responsable ha incurrido en un acto de corrupción. El director de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), Rafael Gual, descartó que se trate de un “caso de corrupción industria-Gobierno”. “La industria participó bajo las reglas que le pusieron”, manifestó en una entrevista con este periódico hace una semana. Gual achaca los errores, más bien, a la falta de capacidad y de experiencia de Birmex, la agencia encargada históricamente de la fabricación de vacunas, ahora responsable de una megacompra de medicamentos que no había realizado antes.

Solo en una ocasión, durante el sexenio anterior, el entonces presidente López Obrador le atribuyó a este organismo la potestad para realizar estas adquisiciones, con malos resultados. El resto de entidades encargadas de realizarlo bajo su mandato fueron la Secretaría de Hacienda, el ya extinto INSABI bajo supervisión de la ONU, el INSABI en solitario y el IMSS Bienestar, a través de la polémica megafarmacia. El actual Ejecutivo recuperó en noviembre pasado la compra consolidada, que agrupa las necesidades de todas las instituciones en un mismo proceso, pero no se la ha devuelto al IMSS, la institución con más experiencia en la materia, sino que la hizo recaer en Birmex, ahora asediado por la presunta corrupción y la inexperiencia.

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Sobre la firma

Elena San José
Periodista en la redacción de México. Antes estuvo en la sección de Nacional, en Madrid. Le interesan la política y la cultura, sobre todo la literatura. Es graduada en Ciencia Política por la Universidad de Salamanca y máster en Democracia y Gobierno por la Universidad Autónoma de Madrid, con especialización en Teoría Política.
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